Sonsoles - La precuela by Clara Ann Simons

autor:Clara Ann Simons [Simons, Clara Ann]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, romance, romántico, romance lésbico, lesbic, lésbico, novela erótica, LGTBIQA+
editor: Amazon Digital Services LLC - KDP Print US
publicado: 2022-08-24T22:00:00+00:00

De vuelta a Tui

M ontadas en su coche, hacemos todo el trayecto sin hablar, sin querer aclarar lo que ha pasado, suponiendo que tenga alguna aclaración porque no lo sé. Lo que sí tengo cada vez más claro es que me está utilizando, que para ella soy nada más que un juguete, un capricho de fin de semana.

Y yo soy imbécil porque a pesar del cabreo monumental que tenía, siendo consciente de que tiene novio y de que es la hija del principal accionista, dejo que me folle sobre la mesa de la sala de reuniones. Joder, eso me pasa por encariñarme y hacerme ilusiones, ¿en qué momento se me ocurre a mí meterme en este juego?

El coche de Amelia sigue prácticamente derrapando, agarrándose como puede a las esquinas mientras ella lo conduce como si fuese una auténtica maniaca, y ahora que tiene pinta de ir enfadada mucho peor. Hago nota mental de volver a Tui algún día a verlo con calma porque en este viaje no hay manera. Por algún motivo me da la impresión de que siempre acabamos pasando por la catedral, o quizá sea el miedo a un accidente que se apodera de mi mente y la catedral sea alguna imagen subconsciente del más allá.

Casi doy gracias al cielo cuando la bruja Amelia detiene el vehículo frente a un pequeño restaurante, de verdad qué cruz con esta mujer conduciendo.

Lo que sí debo destacar a su favor es la buena elección en los sitios para comer, se nota que ha venido más veces y que viene con abundante dinero para gastar porque siempre elige unos restaurantes excelentes.

—Puedes cogerte la tarde libre—suelta de repente como no dando importancia a sus palabras mientras estudiamos la carta.

—¿Y eso? —pregunto extrañada.

—Tengo todos los datos técnicos que necesito, tan solo falta montar la presentación en Power Point y ensayarla un poco. Simplemente necesito que estés localizable por si tengo alguna duda, si puedes no te vayas lejos del hotel. Has hecho un buen trabajo, muchas gracias—añade de manera mecánica.

—¿De verdad piensas que he hecho un buen trabajo o lo dices por decir?

—Si no lo creyese no te lo habría dicho—responde seca.

El camarero sirviendo unos suculentos primeros platos interrumpe nuestra conversación mientras trato de comprender lo que pasa por su cabeza. Ahora ya está en modo bruja de las nieves otra vez, sin un atisbo de humanidad, fría como un témpano de hielo, y yo aquí sentada junto a ella intentando no suspirar cada vez que me llega el olor a su pelo o me fijo en esa boca perfecta.

—¿Vamos a hablar de lo que ha pasado hoy por la mañana? —pregunto en vista de que acabamos el primer plato y ni siquiera nos hemos dirigido la palabra.

—¿De qué quieres hablar? ¿de cómo has sobre reaccionado al enterarte de quién era mi padre? —inquiere en plan borde.

—Por no mencionar cuando me enteré de que tenías novio—admito con cara de asesina mientras trato de clavar con fuerza el tenedor en un trozo de carne y se me escapa del plato.

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