No podré olvidarte by Clara Ann Simons

autor:Clara Ann Simons [Simons, Clara Ann]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, romance, romántico, romance lésbico, lesbic, lésbico, novela erótica, LGTBIQA+
editor: Amazon Digital Services LLC - KDP Print US
publicado: 2021-09-04T22:00:00+00:00

Capítulo 12

ANA

C uatro días más tarde, recibo un mensaje de WhatsApp de Cova informándome que su padre ha fallecido y pidiéndome que, por favor, no la llame de momento; me llamará ella en cuanto pueda. Supongo que por mucho que supiesen que podría pasar cualquier día de estos, no deja de ser un duro golpe.

Se me hace raro no estar allí con ella para ayudarla a pasar estos momentos tan duros, pero cada familia es diferente, y las veces que se lo he propuesto siempre se ha negado en rotundo. No lo entiendo, a mí me gustaría tenerla a mi lado, pero respeto su decisión.

En el trabajo, todo el equipo se está dejando la piel para que Cova pueda permanecer más días con su familia. Incluso Manu nos ha pedido que le enviemos fotos haciendo el trabajo disfrazados para animarla. Una chorrada, pero algunas de ellas son tan simpáticas que espero que surtan efecto.

Al sexto día, recibimos un mensaje de voz en el teléfono de Manu agradeciendo a todos los trabajadores el esfuerzo y diciéndonos que incluso hemos conseguido sacar una sonrisa en su madre y su hermana.

Tirada en la cama, hago zapping con el mando a distancia, incapaz de disfrutar de ninguna serie o película, mi cabeza todavía pensando en lo mal que Covadonga lo debe de estar pasando, en cómo me gustaría estar con ella para confortarla. Tampoco me sirve de nada intentar leer, no logro concentrarme más de diez minutos en ningún libro, solo el tiempo que estoy ocupada en el trabajo libera mi mente, y no siempre.

Dejándome caer sobre el colchón, suspiro profundamente y apago las luces dispuesta a masturbarme pensando en ella cuando recibo una llamada de teléfono.

Mi corazón se salta varios latidos al observar en la pantalla el nombre de Cova y, temblando, abro la llamada deseando escuchar su voz.

—¡Hola! No esperaba tu llamada—exclamo tan ilusionada como una niña pequeña.

—Necesitaba escucharte—admite Covadonga casi como un susurro.

De un salto, me siento en la cama, presionando el teléfono sobre mi oreja como si quisiese ser transferida hasta su casa a través de la línea.

—¿Qué tal lo lleva tu familia?—pregunto algo angustiada.

—Mi madre lo va interiorizando poco a poco, sabíamos que este día llegaría, pero mi hermana me tiene muy preocupada. Esta mañana ha cogido su coche y ha desaparecido—explica Cova con un suspiro.

—Puf…tu hermana es un caso—mascullo suavizando lo que realmente pienso de ella.

No la conozco de nada, pero la chica esa me parece una niña malcriada. Entiendo que ha hecho un esfuerzo cuidando a su padre para que Covadonga pudiese seguir con su carrera profesional, teóricamente ha renunciado a la vida que tenía para hacerlo. Pero ¡joder! Es que siempre parece estar liándola, tiene una pinta de irresponsable que asusta, con lo seria que es Cova.

—Me tiene un poco desesperada—admite Covadonga—estos días hemos discutido constantemente por un montón de cosas. Ya te contaré con calma, ahora simplemente quería escuchar tu voz. Me quedaré el fin de semana con mi madre y el lunes volveré a Santander, aparezca o no mi hermana.

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