¡Empieza el campeonato! by Luigi Garlando

autor:Luigi Garlando [Garlando, Luigi]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Infantil
editor: ePubLibre
publicado: 2005-12-31T23:00:00+00:00

Tomi tiene que asistir a su segunda lección de baile esta semana. Ya estamos en noviembre, la representación de Navidad se acerca y la señora Sofía quiere hacer más ensayos.

Eva lleva unos guantes de lana rojos como sus orejeras. Observa el cielo blanco y dice:

—Con este frío no sería raro que nevara.

—Ojalá —responde Tomi—. Así podréis haceros un muñeco de nieve que baile en mi lugar…

—Creo que no te gustaría… No quieres admitirlo, pero bailar te gusta tanto como jugar al fútbol.

—Lo que no entiendo es por qué el muñeco de nieve quiere bailar bajo el sol si sabe que lo fundirá.

—Porque el sol es bonito —contesta Eva con una sonrisa—. Así de simple.

Se para delante de una vitrina de la Gran Vía, mira su reflejo en el cristal y pregunta a Tomi:

—Y yo, ¿no soy bonita?

—Nunca se había visto un sol con orejeras —dice Tomi sonriendo.

En la escuela de danza, la mujer de Gaston Champignon anuncia una sorpresa:

—Hoy nos probaremos la ropa de la función. ¡Id a cambiaros!

Las bailarinas, llenas de curiosidad, se van corriendo a los vestuarios. Tomi encuentra en el suyo un mono blanco muy ceñido, que le cubre incluso la cabeza. Una especie de traje de submarinismo. Trata de ponérselo con grandes dificultades, se mira en el espejo y agita la cabeza consternado. Luego se da cuenta de que hay un cono naranja con una goma elástica apoyado en el banco y comprende que es la nariz del muñeco de nieve. Se lo pone, se vuelve a mirar en el espejo y agita la cabeza, todavía más consternado.

—¿Estás listo, Tomi? —le pregunta la señora Sofía desde la sala de los espejos—. Una novia se viste más rápido que tú…

—¡Yo no salgo disfrazado así! —responde el capitán de los Cebolletas.

—Pero si es un disfraz precioso —intenta convencerlo la mujer de Champignon—. Créeme: será un éxito.

—¡Con una nariz naranja de diez centímetros de largo no se puede hacer más que el ridículo! —objeta Tomi.

—No tiene nada de raro —explica la maestra—. Todos los niños del mundo utilizan una zanahoria para hacerles la nariz a los muñecos de nieve.

—¡Pero el capitán de los Cebolletas no puede ir por ahí con una zanahoria en la nariz! —dice Tomi casi gritando.

—Vamos —dice con un tono decidido la señora Sofía—, sal de ahí o entro yo a por ti.

Tomi abre lentamente la puerta del vestuario.

—¿Qué te decía? ¡Estás espectacular! —exclama la señora Sofía—. Chicas, ¿no es una preciosidad nuestro muñeco de nieve?

Un par de bailarinas se tapan la boca para disimular la risa. Tomi nota cómo se le encienden las mejillas, como si le hubieran colocado encima dos pizzas recién salidas del horno.

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