The Hole by Brandon Q. Morris

The Hole by Brandon Q. Morris

autor:Brandon Q. Morris [Morris, Brandon Q.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras, Ciencia ficción
editor: ePubLibre
publicado: 2018-02-08T00:00:00+00:00


* * *

Maribel tardó menos de diez minutos en animar el futuro. En su versión no había final feliz, ni siquiera para la criatura de Encélado.

—¿Cree que no le importará la simplificación? —le preguntó a Millikan—. Podría tener suerte y sobrevivir si Encélado estuviera detrás de Saturno en ese momento.

—Creo que está bien. Envíe el archivo a mi dirección —dijo el anciano astrónomo.

Maribel le envió la animación.

—Gracias —dijo Millikan. Ahora volvió a teclear algo.

—¿Qué está haciendo? —preguntó Maribel.

—Estoy codificando, solo un poco —respondió—. Un poco de corrección de errores y un checksum[4]. De ese modo la criatura puede determinar si ha recibido el mensaje completo.

—Si conoce el sistema binario —dijo ella.

—Si estás nadando tú solo por el océano durante tanto tiempo, y piensas que es lo único que ofrece cualquier distracción, ciertamente deberías conocer el sistema binario de memoria —explicó Millikan.

—Pero no lo sabemos seguro, ¿verdad?

—No, Maribel. Vale, voy a cambiar el telescopio a modo de transmisión.

—¿Y esa antena puede retransmitir hasta Saturno? —preguntó Chen.

—Hasta mucho más lejos —respondió Millikan—. Incluso podemos llegar a las sondas en el espacio interestelar con ella.

Maribel se puso de pie.

—No puedo quedarme aquí sentada y esperar tres horas a que llegue una respuesta.

—Esta sería una buena oportunidad para invitarlos a comer —dijo Millikan—. ¿Tienen tiempo para ello? Los restaurantes decentes más cercanos están en Snowshoe, a veinte millas de aquí.

Maribel hizo los cálculos en su cabeza. La posibilidad de recibir respuesta en exactamente tres horas sería mínima, así que definitivamente tenían tiempo para comer.

—Estaríamos encantados —dijo ella—. ¿No te parece, Chen?

Su novio asintió.

—Hacen una bonita pareja —comentó el anciano investigador—. ¿Llevan juntos mucho tiempo?

—Tres meses —mintió Maribel de modo espontáneo. No sabía por qué lo había dicho. Chen le apretó el brazo con fuerza pero no la delató.

—Ahora mismo, el Hoot’s Bar será el que esté sirviendo comida con más probabilidad —dijo Millikan—. Es una hamburguesería típica para esquiadores, así que podría estar abarrotada.

—De algún modo encontraremos sitio —dijo Chen.

—Pero antes de ir allí tenemos que ir a mi casa, ya que se me ha olvidado coger mi dosis diaria de pastillas —añadió Millikan.



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