Piezas cortas by Tennessee Williams

Piezas cortas by Tennessee Williams

autor:Tennessee Williams [Williams, Tennessee]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Teatro, Realista
editor: ePubLibre
publicado: 1967-12-31T16:00:00+00:00


(Ella sonríe de nuevo y se queda como esperando).

PATRONA: Le llamaré Musso. Musso de Mussolini. ¿Tiene usted un empleo?

HOMBRECILLO: Todavía no.

PATRONA: Baje a la fábrica y pregunte por Oliver Woodson.

HOMBRECILLO: ¿Oliver Woodson?

PATRONA: Dígale que va de parte de la señora Gallaway. Le pondrá en seguida en la nómina.

HOMBRECILLO: Bueno. Gracias.

PATRONA: La ropa se cambia los lunes. (Inicia la salida). Tengo que disculparme por el estado en qué están las paredes.

HOMBRECILLO: Ya me di cuenta. ¿Quién las puso así?

PATRONA: Todos los hombres que pasaron por aquí escribieron su nombre.

HOMBRECILLO: Deben haber sido muchos.

PATRONA: Aves de paso. ¿Intentó usted contarlos alguna vez? Desazón…, cambios.

HOMBRECILLO (Sonriendo): Sí.

PATRONA: Una diría que un hombre que tiene la paga en el bolsillo tiene algo mejor que hacer que poner su nombre en las paredes de una habitación alquilada.

HOMBRECILLO: ¿Está también ahí el nombre del ruso?

PATRONA: Su nombre no. No sabía escribir. Pero sí está su retrato. ¡Ahí! (Señala un dibujo infantil de un hombre muy grande). Y a su lado, mire, el rabo…, los bigotes…, ¡el gato! (Ríen los dos). Compañeros de fatigas, ¿eh?

HOMBRECILLO: ¿Era un hombre alto y grande?

PATRONA: ¡Enorme! Pero cuando el microbio de la enfermedad le atacó, se hundió como una viga podrida… Las estadísticas demuestran que los hombres casados viven más tiempo. Le diré por qué. (Se estira la blusa y se ajusta el cinturón). Los hombres que viven solos… adquieren costumbres peculiares. Toda esa parte de su vida que debería llenarse con las cosas de la familia se queda… vacía. ¿Usted me entiende?

HOMBRECILLO: ¿Sí?

PATRONA: Bueno, pues… la llenan con sustitutivos. Una vez tuve un huésped que iba al cine todas las noches. Siempre llevaba consigo una cartera. ¡Adivine lo que llevaba en ella!

HOMBRECILLO: ¿Qué?

PATRONA: Rollos de papel higiénico para sentarse en el inodoro. (El HOMBRECILLO desvía la mirada con embarazo). Un maniático de la higiene. Otro huésped tenía un par de zapatillas de fieltro que eran su tesoro.

HOMBRECILLO: ¿Un par… de…?

PATRONA: Zapatillas. De fieltro gris corriente. No tenían nada de pintoresco. Salvo una cosa: ¡el olor! Casi insoportable al cabo de quince años, el tiempo que debió llevarlas, según mis cálculos. Bueno, pues las zapatillas desaparecieron… por una feliz casualidad, como suele decirse. ¡Cielo santo! ¿Cómo iba yo a imaginarme que se moriría de desconsuelo? ¡Poco le faltó! (Ríe). No podía vivir sin aquellas zapatillas de fieltro. (Se vuelve hacia la pared). Un día voy a coger un estropajo de alambre y una pastilla de jabón y voy a dejar estas paredes tan limpias como estaban antes de que llegara el primer huésped.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.