Patty Diphusa by Pedro Almodovar

Patty Diphusa by Pedro Almodovar

autor:Pedro Almodovar [Almodovar, Pedro]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: prosa
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00


7. La D.G.S. me amuerma

Ha sido TODO muy desagradable. En pocas palabras: no se hace la película. Aunque vivimos en un país libre Addy Possa ha llevado las cosas un poco lejos. YO no la critico, pero el sistema penal español es menos comprensivo que YO. Mira que se lo dije:

- Addy, sin MI estás perdida.

Y ASI ha sido.

Su primer error fue rechazar mi sugerencia de dar vuelta y media al guión. El segundo, prescindir de mi colaboración porque había encontrado a una enana auténtica, forrada por una herencia (eso dice ella, a mí me consta que la enana se dedica al tráfico de armas y de placenta). La enana decía que era un actrizón y que estaba dispuesta a meter pasta en la película si ella era la prota.

- Patty, tú eres divina -se justificaba Addy-, pero una enana auténtica y con pasta es un puntazo. Te daré un papelón en mi segunda película. Tenías razón cuando decías que tú no podrías hacer de enana, y tu idea de cambiar el guión y convertirte en una sucker… en fin… que tienes mucho morro.

- ¡Morro YO, Foca! No sólo soy la persona más TOLERANTE que conoces, sino la única que tiene TALENTO. Sin MI estás perdida, bonita. Por mucho dinero que tenga la enana fenómeno.

ODIO alardear de catastrofista, pero así fue.

Addy se fue a Colombia a «localizar», según ella. En Barajas la pillaron con algunos kilos de más. Y no de grasa precisamente. Ahora está en la cárcel, escribiendo otro guión, que trata en clave de humor los problemas de convivencia de grapas, etarras y yonkis. ¡Cómo es la Possa! No tiene talento, pero reconozco que a veces me hace gracia.

- Comprendo que se ha pasado mucho señor comisario. Pero es amiga mía y no pienso hablar mal de ella.

Lo peor no fue que la trincaran, sino que la policía con tal de alternar un poco CONMIGO no ha parado de darme la tabarra. Y aunque nadie se lo crea soy de las pocas chicas a las que no les da morbo la DGS.

- Lo único que sé es que está loca. Si traficaba con cocaína eso es asunto de ella. A mí no me parece ni bien ni mal. YO acepto a mis amigas como son.

Mis generosas declaraciones no han servido para sacarla de la cárcel. Y la verdad es que no le va tan mal. Ha adelgazado y está encantada.

Al salir de la comisaría no estaba deprimida pero casi. Era una de esas mañanas tibias, donde la gente camina por la calle como zombies, es decir, personas sin alma y con periódico bajo el brazo. Me puse las falsas rayban negras, no soporto que la gente me sorprenda por la calle con una mirada triste. Entré a tomar un café en un bar cualquiera. Se me acercó un Tipo. «Me han reconocido», pensé, «lo de siempre.» A veces que ocurra lo de siempre es un consuelo.

- Te invito al café -me dijo un poco tímido.

- Gracias. Todavía me quedan cincuenta pesetas.



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