Metro 2033 by Dmitry Glukhovsky

Metro 2033 by Dmitry Glukhovsky

autor:Dmitry Glukhovsky [Glukhovsky, Dmitry]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Novela, Ciencia ficción
editor: ePubLibre
publicado: 2004-12-31T16:00:00+00:00


Quedaba un túnel. Un solo túnel, y Artyom llegaría por fin a la meta que le había impuesto Hunter, y que había perseguido con tanta tozudez y desesperación. Dos, quizá tres kilómetros de camino seco y tranquilo, y habría llegado a la Borovitskaya. Artyom no se hacía ya ninguna pregunta. Tenía la cabeza casi tan vacía y resonante como el propio túnel. Solo le faltaban cuarenta minutos. Cuarenta minutos, y el viaje habría terminado.

No tenía ninguna conciencia de estar transitando por la oscuridad más absoluta. Sus piernas avanzaban sobre las traviesas con la seguridad de quien camina sin rumbo en un sueño. No pensaba ya en los peligros a los que había sobrevivido, ni en que estaba indefenso, en que no llevaba documentos, ni linterna, ni armas, en que vestía el peculiar atuendo de unos sectarios. No, no se preocupaba siquiera por no conocer el túnel, ni por los peligros que pudieran acechar en él.

La certeza de que no le ocurriría nada mientras no se apartara de su camino reinaba sobre su conciencia. ¿Qué había sido de la tunelofobia, antes inevitable? ¿Dónde se habían quedado la fatiga y las dudas?

Todo lo destruía el eco.

En aquel túnel vacío, el estruendo de sus pisadas despertaba ecos hacia adelante y hacia atrás. Se estrellaba contra las paredes y, progresivamente, se desvanecía, hasta que solo quedaba un leve murmullo. Sin embargo tardaba un cierto tiempo en extinguirse, y al cabo de un rato, Artyom tuvo la sensación de que no estaba solo en el túnel, sino que alguien se encontraba a su lado. Esta sospecha no tardó en apoderarse de él, hasta tal punto que se le ocurrió detenerse, para cerciorarse de que el eco de sus pasos no tuviera vida propia.

Pasó unos minutos luchando contra la tentación. Anduvo más despacio. Pisó con menos fuerza, escuchó si el eco perdía intensidad. Al fin, se detuvo. Trató de respirar muy levemente, se quedó inmóvil en la oscuridad, y aguardó.

Nada.

Entonces, al dejar de moverse, se desorientó. Mientras caminaba, había sentido bajo las suelas un nexo con la realidad. Pero, al detenerse en la honda negrura del túnel, perdió toda referencia de dónde se hallaba.

Luego, al caminar de nuevo, le pareció que el eco de sus pisadas se oía aun antes de que el pie se posara sobre el granito.

El corazón le palpitó con más fuerza todavía. Se dijo a sí mismo que era estúpido, y absurdo, prestar atención al más insignificante roce que se oyera en el túnel. Durante un rato trató de ignorar los sonidos. Luego le pareció que el último y más ligero eco se aproximaba. Se cubrió los oídos y siguió adelante.

Pero, al cabo de unos minutos, apartó las manos de la cabeza, sin detenerse, y constató, aterrado, que el eco que oía frente a sí era más fuerte que antes. Sin embargo, el sonido desapareció en meras fracciones de segundo tan pronto como se detuvo.

Aquel túnel estaba probando la capacidad de Artyom para resistirse al miedo. Pero el muchacho no se rendiría con tanta facilidad.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.