Lonesome Dove by Larry McMurtry

Lonesome Dove by Larry McMurtry

autor:Larry McMurtry [McMurtry, Larry]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras
editor: ePubLibre
publicado: 1985-01-01T00:00:00+00:00


55

A Monkey John le molestaba que no hablara.

—Te cortaré la lengua si no la utilizas —le dijo una vez, y la derribó de un golpe. Se le sentó encima y le puso su gran cuchillo a una pulgada del rostro, hasta que Dog Face le amenazó con dispararle si no la dejaba tranquila. Lorena pensó que lo haría. Era el peor hombre que había conocido, peor incluso que Ermoke y que los kiowas, que eran malísimos. Cerró los ojos esperando sentir el cuchillo, pero Dog Face levantó el gatillo de su pistola y Monkey John no utilizó el cuchillo. No obstante, continuó sentado sobre su pecho discutiendo sobre su silencio con Dog Face.

—¿Qué te importa que no hable? —dijo Dog Face—. Yo tampoco te hablaría, cochino enano.

—Pero la condenada puede hablar —insistió Monkey John—. Dimos todas aquellas pieles por ella. Debería hacer lo que le decimos.

—A ti te ha salido barata —observó Dog Face—. La mayor parte de las pieles eran mías, maldito enano.

Monkey John era viejo y bajo. Su cabello era de un blanco sucio y medía menos de metro cincuenta, pero esto no le impedía ser cruel. Por dos veces había cogido palos de la hoguera y apaleado con ellos a la mujer. Esta no podía hacer otra cosa que enroscarse como mejor podía. Su espalda y sus piernas no tardaron en estar llenas de quemaduras y morados. Se daba cuenta además de que Monkey John aún podía hacerle peores cosas si disponía más tiempo de ella, pero Dog Face era propietario de una mitad y se mantenía cerca para tener la seguridad de que su inversión no quedaría demasiado dañada.

Aunque había visto cómo Monkey John y Dog Face entregaban las pieles a Blue Duck a cambio de ella, le pareció que no eran propietarios absolutos, porque cuando aparecían los kiowas, cada dos o tres días, la arrastraban a su campamento para disfrutar de su parte, y los dos blancos no intentaban impedirlo. No había el menor afecto entre los blancos y los kiowas, pero los dos bandos temían demasiado a Blue Duck para enzarzarse en peleas.

Blue Duck era el único del grupo que no parecía interesarse por ella. La había robado para venderla, y la había vendido. Le tenía sin cuidado lo que hicieran con ella. Cuando estaba en el campamento pasaba el tiempo limpiando su arma o fumando, y pocas veces miraba en su dirección. Monkey John era malo, pero Blue Duck aún le daba más miedo. Sus ojos fríos y vacíos la asustaban más que la ira de Monkey John o la locura de Dog Face. El miedo a Blue Duck le había hecho perder completamente el habla. Nunca había sido muy habladora, pero su silencio en el campamento era diferente de su antiguo silencio. En Lonesome Dove había ocultado las palabras, pero las encontraba si las necesitaba; cuando apareció Jake las encontró bien deprisa.

Ahora la había abandonado el habla y el terror ocupaba su lugar. Los dos blancos hablaban siempre de matar. Blue Duck no hablaba de matar, pero sabía que lo haría cuando quisiera.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.