La cuarta chica por la izquierda by Andreu Martín

La cuarta chica por la izquierda by Andreu Martín

autor:Andreu Martín [Martín, Andreu]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2023-01-16T00:00:00+00:00


28

SOLO

Amadeu, en Can Rutllana, ha aprovechado la hora de margen que le ha dado el mensaje del tal Tarugo para bañarse y cambiarse la ropa interior.

A continuación, se limita a cepillar un buen rato la ropa que llevaba puesta en la carbonera. No es suficiente para limpiarla de hollín, pero sí que le da aspecto de ropa vieja, arrugada y estropeada de trabajador de ínfima categoría.

Entretanto, se le ha ocurrido que podrá encontrar a Xavier si consigue hablar con Roc. La idea del policía que no recordaba el nombre del chófer le parece buena. Su ventaja es que él sí lo recuerda. Seguro que Roc sabe lo que ha sucedido.

Busca en el despacho de Xavier y, en un listado de números de teléfono, en la erre, encuentra el nombre de Roc Salazar.

Tan fácil como eso. Marca su número en el aparato.

—¡Dígame! —grita la voz ronca de una mujer con un fondo de vocerío confuso.

—Hola —dice Amadeu—. ¿Puedo hablar con Roc?

—¿Con quién?

—¡Roc Salazar!

—Ahora no está.

—¿Sabe si tiene que venir?

—No, no lo sé. A veces viene por la tarde. Llame más tarde.

La mujer corta la comunicación. Amadeu deduce que ha llamado a un lugar público, probablemente un café. Volverá a llamar más tarde.

Echa un último vistazo al despacho, al pasillo, al dormitorio, ay, a las sábanas arrugadas y sucias de placer, se contempla en el espejo del recibidor, muy emocionado, rompe amarras, «No volveré nunca más», deforma el sombrero de siempre y, por la escalera de servicio, sale a la calle con aspecto de mozo de cuerda desgraciado y torpe que carga una maleta demasiado pesada para sus fuerzas. No sabe si hay policías vigilando la casa. No quiere parecer un fugitivo. Es evidente que no hace nada para pasar desapercibido. Convencería a cualquier observador inoportuno de que ni es Xavier Rutllana ni puede haber salido nunca del domicilio de esa familia distinguida. Anda con dificultad hasta el paseo de Gracia y se mezcla con el gentío de todo tipo que sube y baja esquivando tranvías, bicicletas, automóviles, cochecitos de bebé empujados por niñeras descomunales y policías a caballo que miran el mundo desde las alturas.

Nadie le dice nada.

Va hasta el paseo de Gracia y baja hacia la plaza de Cataluña. Por el camino ve pelotones de obreros que pegan pasquines en las esquinas. Se prepara una huelga general. Amadeu no se atreve a acercarse para leer los carteles, pero de lejos puede distinguir perfectamente las palabras «Revolución» y «Repitamos la Semana Trágica».

Tiene que abrirse paso entre un grupo de personas que parecen muy preocupadas alrededor de una de las hojas de mano que reparten los obreros, y oye que los basureros han iniciado la huelga. «Pero ¿no ves cómo están las calles?» «Dicen que en el Pueblo Nuevo la Policía registra a los peatones». «Dicen que han decretado la ley marcial en Barcelona y se ha impuesto la censura de prensa». «¡Ya no hay productos básicos en las tiendas! ¡Solo pueden pagarlos los ricos!»

Una mujer llora:

—El Ejército sublevado con lo de



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.