Mentira by Care Santos

Mentira by Care Santos

autor:Care Santos [Santos, Care]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Juvenil
editor: ePubLibre
publicado: 2015-02-24T05:00:00+00:00


La familia

Ben les decía a todos que yo era su hermano pequeño. No sé por qué lo hacía, pero me gustaba mucho. De hecho, ni siquiera somos primos auténticos. He quedado en explicártelo. Ya ves que esta carta me está saliendo un poco caótica. Suponiendo que esto sea una carta, claro. Y suponiendo también que aún no te hayas cansado de leer.

Lo de la familia a veces es complicado. Mi padre tiene un hermano mayor, que se llama Anselmo. El tío Anselmo se casó con María, una mujer que ya tenía un hijo, Ben. Como Anselmo no tenía hijos, adoptó a Ben y le dio sus apellidos. Del padre auténtico de Ben nunca supimos nada. Su madre se quedó embarazada a los 16 y nunca quiso hablar del tema. Es uno de esos misterios por resolver, como la receta de la Coca-Cola o quién fue Jack el destripador. La madre de Ben murió cuando él tenía solo diez años. Así que no hay nada que hacer. Yo era tan pequeño que ni siquiera me acuerdo de ella, de mi tía María, aunque la he visto en fotos. Se ve que ella y mi madre eran amigas y que mi madre se largó poco después de que la tía la palmara. Dicen que no pudo soportar quedarse sola en aquel barrio de locos. No podía vivir sin ella. No son más que rumores; a saber qué hay de cierto en todas esas habladurías.

Más tarde, el tío Anselmo se volvió a casar, esta vez con la tía Carmen, que tenía tres hijos (dos chicas y un chico). Los hijos de Carmen se instalaron en casa de Ben. Era un piso pequeño, como todos los del barrio, y tuvieron que compartir el escaso espacio. Ben trabó amistad con el hermano mayor, que con el tiempo llegaría a ser su colega y su mejor amigo. Puede que algo más (otro misterio). Se llamaba Marcelo, tenía su misma edad y era un buen chaval. Con las chicas, en cambio, no hubo forma. Nunca se cayeron bien. Se hacían la vida imposible, y Carmen siempre las defendía a ellas, a sus hijitas. Era una batalla perdida, que no valía la pena. Era demasiada gente para tan poco espacio, por eso Ben decidió marcharse. Lo deseaba desde la llegada de su madrastra. Lo consiguió con 17 años. Se fue a vivir con un colega, un tal Kevin.

Es decir, resumiendo: mi tío no es el padre de mi primo; mi tía tampoco es su madre; él y yo no somos primos auténticos aunque llevemos el mismo apellido. Ya te he dicho que todo esto de la familia es complicado.

Y aún no te he contado lo mejor.

¿Por qué mi padre y su hermano hace años que no se hablan? ¿Por qué Ben no puede ni ver a nadie de la familia?

Poco después de su llegada al barrio, a la madre adoptiva de Ben le tocó la lotería. Dos millones de pesetas del año 1998, es decir, ¡toda una fortuna! Se lo gastó todo en arreglar un poquito el piso y abrir un bar en la Avenida Once de Septiembre.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.