Delilah Green pasa de todo by Ashley Herring Blake

autor:Ashley Herring Blake [Blake, Ashley Herring]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Fiction, Romance, Contemporary, LGBTIQA+, lesbic, lésbico, romance lésbico
ISBN: 9788419497932
Google: LvLGEAAAQBAJ
editor: Titania
publicado: 2023-05-22T22:00:00+00:00

18

Contra todo pronóstico, Astrid aceptó ir a la acampada. Delilah lo presenció todo apoyada en el fregadero de la cocina. Hicieron falta tres llamadas y varios mensajes antes de que su hermanastra contestara al teléfono, pero Iris sabía ser cabezota cuando quería, y cuando Claire se puso al teléfono y le explicó que necesitaba a sus amigas para que la apoyasen, sobre todo porque no era de fiar cuando estaba cerca de Josh, por lo visto Astrid no tardó en ceder.

No me fío de mí misma cuando estoy con Josh, Astrid. Sabes que es cierto.

Eso era lo que Claire había dicho. En voz baja, como si le costase admitirlo, pero Delilah la oyó de todos modos, alto y claro, como las campanas de una iglesia repicando en la plaza del pueblo.

Ni siquiera había querido ir a casa de Claire. Al menos, eso se había dicho a sí misma durante todo el trayecto en Lyft hasta allí. Se había contentado con responder a todos los molestos mensajes de Iris con emojis aleatorios, pero tuvo que sugerir que se reunieran en casa de Claire para poner ideas en común y, de pronto, una cadena de ADN no le pareció la respuesta adecuada. De pronto había aceptado y había salido a toda prisa de su demasiado tranquila habitación en la posada antes de pensar siquiera en lo que estaba haciendo.

Ir a ver a Claire de nuevo, eso hacía.

El plan de Iris, Astrid y Spencer le importaban una mierda. Pero entonces, en la acogedora cocina de Claire, con las encimeras de mármol y el fregadero doble, mientras la veía dar vueltas por el salón, lleno de libros y suaves mantas y fotos de Ruby por toda la repisa de la chimenea, tuvo que reconocerlo.

Quería ver a Claire.

Desde que Astrid se había ido de su habitación ayer, Delilah se había sentido inquieta. Ansiaba algo, algo sencillo donde no tuviera que estar constantemente maniobrando, calculando y trazando estrategias. Y después del beso en el viñedo… no se sentía nada calculadora.

Se sentía muy sola.

Y entonces Claire le decía a Astrid que la necesitaba para no follarse a su ex en una acampada.

Vale, tal vez no empleara esas palabras exactas, pero el efecto era el mismo, y Delilah era incapaz de librarse de la sensación de ardor en el pecho, por mucho que respirase hondo. Era el mismo tipo de pavor pegajoso que había sentido hacía cinco años, cuando había entrado en el apartamento que compartía con Jax y unos gemidos desconocidos ya se filtraban por debajo de la puerta.

Lo cual era ridículo. Había estado con Jax dos años. Había besado a Claire una vez y ni siquiera se había acostado con ella. No era lo mismo.

Aun así, se acercó a la nevera y sacó una cerveza. Había decidido no beber y mantener la cabeza despejada cerca de Claire para no cometer ninguna estupidez, pero cuando los recuerdos de Jax y Mallory se mezclaron con las nuevas visiones de Claire y Josh, follando como conejos en una tienda de campaña bajo las estrellas, necesitó algo para calmar los nervios.

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