De Lukov, con amor by Mariana Zapata

De Lukov, con amor by Mariana Zapata

autor:Mariana Zapata [Zapata, Mariana]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2018-02-01T00:00:00+00:00


12

—Creo que por hoy hemos terminado —⁠dijo la entrenadora Lee desde su sitio, a varios metros de donde acababa de aterrizar tras un lanzamiento.

Mientras inspiraba por la nariz y espiraba por la boca, procurando no jadear después de un entrenamiento que me había hecho sudar tanto que la L y la R de las manos se me habían empezado a borrar, asentí. Ya era hora. Estaba cansada y sabía que Ivan también lo estaba. Me había percatado de hasta qué punto había tenido que recurrir a sus reservas para lanzarme una última vez.

Además, tampoco ayudaba que hubiera dormido como el culo. Ni ayudaba que hubiera estado tan ocupada en el restaurante aquella mañana que no había tenido la oportunidad de tomarme ni un descanso. La noche anterior me había excedido, por dentro y por fuera, y mi cuerpo no me había perdonado por no tratarlo tan bien como acostumbraba.

No había podido dejar de pensar en mis decisiones, en lo que quería hacer y en lo que debía hacer, y… siendo sincera, había dedicado más tiempo de lo que habría esperado a reflexionar sobre lo amable que había sido Ivan. Probablemente habría permanecido abrazándome diez minutos seguidos mientras me calmaba y poco a poco, a base de minúsculos fragmentos y pedacitos, volvía a poner los pies en la tierra.

No me había preguntado qué me había disgustado. No había hecho bromas al respecto. Llegado el momento, simplemente había dejado que me apartase tras haberme bebido el chocolate caliente y me había quitado la taza para lavarla y dejarla en el fregadero. Luego me había acompañado hasta el vestuario vacío, había esperado a que recogiera mis cosas… y me había seguido hasta casa.

No nos habíamos dicho gran cosa el uno al otro y no estaba segura de que fuese porque sabía que estaba en mi mundo o porque no sabía cómo interpretar que se me hubiera ido la cabeza. La verdad, yo tampoco lo tenía claro. Lo que sí sabía era que si Ivan creía que iba a mostrarme avergonzada al día siguiente, debía de haberse llevado una sorpresa de la hostia al ver que no. Se lo veía en la cara siempre que me miraba. Aquellos ojos azules como el cielo, casi transparentes, recorrían mi rostro cada vez que estábamos el uno frente al otro. Durante un pequeñísimo milisegundo la primera vez que lo pillé mirándome, me planteé apartar la vista, pero no lo hice. Me negué porque aquello habría significado que me avergonzaba de que me hubiera encontrado así y de que hubiera visto y oído cómo casi me echaba a llorar, lo cual era igual de malo. Y una de las mayores lecciones que había aprendido patinando era que, cuando te caías, te levantabas y actuabas como si no hubiera pasado nada. O les dabas importancia a las cosas o no se la dabas. Y si te levantabas y sonreías y mantenías la frente alta…, conservabas la dignidad.

Y yo iba a exprimir mi dignidad a dos manos. Al menos, lo que me quedase de ella.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.