Cuando Roma calla by Fausto Antonio Ramírez

Cuando Roma calla by Fausto Antonio Ramírez

autor:Fausto Antonio Ramírez
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ushuaia Ediciones
publicado: 2013-03-12T00:00:00+00:00


29

En la tarde de aquel mismo día, Cervini fue en busca de Fachinetti, tras responder a su deseo de que le mostrara las salas donde se estaban llevando a cabo los trabajos de investigación de los documentos hallados en el falso muro de la bodega del monasterio. Fachinetti se sintió aliviado, al haber accedido el Cardenal a su petición, en donde pensaba encontrar algún dato más que pudiera aclarar lo de las notas de Cervini.

Al entrar en aquel estudio improvisado, montado para la ocasión, con el consentimiento del prior Sfondrati, Fachinetti pudo darse cuenta de que cada uno de los miembros de la comisión se encargaba de una misión específica. No cabía duda de que aquella organización, tan bien estructurada, no podía ser obra más que de Lorenzo Belli, que era quien iba supervisando los trabajos de todos, posibilitando la buena marcha del grupo, sin que la cadena de producción se detuviera en ningún momento. Fachinetti tuvo la impresión de que el grupo trabajaba bajo presión. La solapada fiscalización de Belli, no respondía a la voluntad de Cervini, sin embargo, desde que él asumiera la responsabilidad mayor del equipo, las cosas habían cambiado sustancialmente.

Cuando Fachinetti y Cervini entraron en la sala, Belli fue a recibirlos, pero los demás no sólo no se movieron de sus sitios, sino que reaccionaron con cierta incomodidad, manifestando explícitamente que la presencia del Cardenal les ponía nerviosos por entrometerse en su labor. La tensión era más que notable, como si de repente la falta de aire se hubiera convertido en una carencia ambiental más que enfermiza. Fachinetti percibió de sobra lo que provocaba el Cardenal, y por no alargar más de la cuenta esa incómoda visita, invitó al purpurado a salir del monasterio, para pasear por las verdes extensiones de naturaleza salvaje que circundaban la Cartuja.

—Un poco de aire fresco no nos vendría mal, ¿no es cierto, Eminencia? —dijo Fachinetti cogiendo al Cardenal del brazo para dirigirse a la puerta de salida.

—No es mala idea, la campiña florentina siempre me ha gustado.

Desde que Giovanni Fachinetti llegó a la Cartuja, todavía no había obtenido por parte de nadie, ni de Belli, ni del propio Cardenal, ningún dato explícito entorno a la investigación de los documentos y a las cuentas del Vaticano. Cervini le contó los hallazgos de Koch, al menos de los que tuvo conocimiento antes de que lo mataran. Por otra parte, sabía que entre los documentos descubiertos tras el muro de la bodega, había mucha información que venía a completar la investigación de Koch. Cervini le había confesado aquella misma mañana que estaban tras la pista de conocer los nombres de los eclesiásticos que se hallaban detrás de una financiación fraudulenta, a nombre de la Santa Sede. Fachinetti le pidió una explicación más precisa y que le narrara de forma sencilla en qué consistía el contenido de los documentos que la comisión de investigación estaba estudiando.

La explicación del Cardenal parecía bastante farragosa, sin embargo, desde cierta lógica, y siempre que sus especulaciones pudieran demostrarse, no era tan insensata.



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