Ciudad en ruinas by Don Winslow

Ciudad en ruinas by Don Winslow

autor:Don Winslow [Winslow, Don]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2024-03-13T00:00:00+00:00


34

Danny asiste a la cena del sabbat.

Se siente incómodo, es la primera vez que va a una.

Josh, el nieto de Abe, ha ido a recogerle personalmente a la pista de aterrizaje, lo que a Danny le ha parecido buena señal, igual que la energía que desprende Josh: cordial, abierto, entusiasta.

Se ha estado informando durante el corto trayecto en avión y ha descubierto que Josh se graduó en Harvard e hizo un máster en administración de empresas en Wharton. Volvió al lago Tahoe hace dos años para ayudar a su abuelo a llevar el negocio y se le considera una especie de niño prodigio por la finura con que utiliza la recopilación de datos para tomar decisiones empresariales.

Alto, atlético y guapo, Josh está llamado a dirigir la empresa familiar cuando Abe decida pasar el testigo. Danny se ha enterado también de que su padre —otro Daniel— murió joven, de cáncer, cuando Josh tenía solo diez años, y fue Abe quien le crio.

Josh se ha acercado a él casi dando saltos, ha cogido su bolsa y la ha metido en la parte de atrás del Land Rover. Al salir del aeropuerto, han ido directamente a la casa junto al lago en la que vive la familia desde los años sesenta, pasado el pueblo.

—Debe de ser un invitado especial —le ha dicho Josh—, para venir a la cena del sabbat.

—No sabía que lo era.

—Es viernes. Y somos judíos. —Josh se ha sacado una kipá del bolsillo de los vaqueros y se la ha dado a Danny—. Le va a hacer falta.

—Si ha venido a recogerme en persona, será por alguna razón —ha dicho Danny.

—Claro que sí. Quería hablar unos minutos a solas con usted. Mire, señor Ryan…

—Dan.

—Dan —ha dicho Josh—. Es evidente por qué ha venido: necesita un inversor para resistir a la opa hostil de Winegard. Hemos estado observando el movimiento de las acciones con mucho interés.

—Muy bien.

—A Abe le impresionó su remodelación del Casablanca —ha añadido Josh—. Esa es la base de nuestro modelo de negocio: eficiencia, uso inteligente de los recursos y un servicio impecable al cliente. Mi abuelo tiene muy buena opinión del Grupo Tara.

—Me alegra saberlo.

—Pero le advierto que Abe solo va a recibirle por respeto a su madre. No quiere tener presencia en Las Vegas. Va a invitarle a cenar, después se reunirá con usted en privado y acto seguido le dirá que no.

Bueno, pues ya está, ha pensado Danny. Adiós a mi única oportunidad de salvar la empresa.

Entonces Josh ha añadido:

—Pero yo estoy a favor. Estoy absolutamente convencido de que deberíamos tener presencia, y una presencia importante, en el Strip. Los datos me respaldan. Creo que puedo argumentarlo, pero no sé si podré convencer a mi abuelo. Le quiero mucho, pero es un viejo testarudo.

Ahora, Danny está sentado a la mesa de la cena, en una habitación suavemente iluminada por la luz de las velas. La larga mesa está llena: hijos adultos, nietos, sobrinas y sobrinos.

Danny es el único invitado ajeno a la familia.

Ve que Abe Stern levanta dos hogazas de pan y pronuncia una bendición.



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