Chicas de muerte y furia by Natasha Ngan

autor:Natasha Ngan [Ngan, Natasha]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Young Adult Fiction, Fantasy, General
editor: EDICIONES URANO
publicado: 2022-10-31T00:00:00+00:00

Uno de los panfletos estaba arrugado en su mano derecha. Si tan solo pudiera destruir su contenido con tanta facilidad…

Leales súbditos, compañeros demonios y humanos, el Amo Celestial se complace en anunciarles su matrimonio con Lei-zhi, la Elegida de la Luna. Que su unión, bendecida por los dioses, sea un reflejo de la unidad que el Amo Celestial y su corte desean para toda Ikhara, así como un recuerdo de todo lo que nuestro gran reino puede lograr si los papeles, aceros y Lunas trabajan juntos con lealtad, fe y devoción

La última línea sonaba como algo que diría su padre. Mientras Wren se adentraba en la carretera principal que salía de la ciudad, sus daos se desvanecieron finalmente. El dolor no lo hizo, pero no le importaba. No era nada en comparación con lo mucho que le ardía el corazón, con lo mucho que deseaba que existiese un encantamiento lo bastante poderoso como para llevarla junto a Lei en apenas unos segundos porque, cada momento que no estaba con ella, era otro momento que la chica a la que amaba tenía que pasar casada con…

Su cerebro bloqueó el pensamiento.

A su espalda, escuchó el trote de un caballo.

—¡Dioses benditos, padre! —bramó mientras intentaba desenvainar una de las espadas.

—No sabes cuánto espero que no estemos emparentadas de ese modo. —Fue la respuesta de Lova—. Porque, si es así, algunas de las cosas que hicimos en el pasado son bastante cuestionables.

Lova y Nitta la habían alcanzado. Panda era más grande que Eve, e incluso cargando con dos demonios, podía moverse tan rápido como ella. El pelaje color miel de la leona se agitaba en el viento. Estaba sonriendo, mientras que Nitta mostraba una sonrisa ansiosa.

—No vais a hacer que cambie de idea —gritó por encima del ruido de los cascos.

—Lo sabemos —contestó Lova.

—Vamos contigo —añadió Nitta. Cuando Wren intentó protestar, la detuvo—. No vas a convencernos para que no lo hagamos, del mismo modo que nosotras nunca te hemos podido convencer a ti. A nosotras también nos preocupa Lei, Wren.

Y aunque deseaba discutir con ellas, no pudo reprimir la corriente cálida que la recorrió al pensar en tener a sus dos amigas junto a ella.

Toda su vida se había sentido como si estuviera destinada a estar sola. Incluso cuando había podido contar con Merrin, Caen y Kenzo, cuando se había enamorado de Lova o cuando se había enamorado mil veces más de Lei, siempre se había sentido separada de ellos de algún modo, como si aquello fuese su carga, su sacrificio. Al final, sabía cómo acabaría todo y estaba segura de que todos ellos también. Cuantas menos personas hubiera por las que Wren se preocupase o que se preocupasen por ella, menos dolería cuando se hubiera ido.

Sin embargo, Lei le había enseñado que había poder en ser vulnerable. No estaba sola. Hacía mucho tiempo que no lo estaba.

Sujetó las riendas de Eve con más fuerza y se giró para darles las gracias, pero se encontró con Nitta sacando el arco y los ojos de Lova llenos de furia.

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