Carmen y otros cuentos by Prosper Mérimée

Carmen y otros cuentos by Prosper Mérimée

autor:Prosper Mérimée [Mérimée, Prosper]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Realista
editor: ePubLibre
publicado: 1981-03-01T00:00:00+00:00


Un ladrón comienza por lo general siendo contrabandista. Su comercio es turbado por los empleados de la aduana. Para las nueve décimas partes de la población es una escandalosa injusticia que se atormente a un hombre de bien que vende, barato, mejores cigarros que los del rey, que trae a las mujeres mercancías inglesas y todas las habladurías de diez leguas a la redonda. Si un aduanero toma o mata su caballo, el contrabandista está arruinado; le queda entonces una venganza: se hace ladrón. Preguntamos qué ha sido de un guapo mozo en el que nos fijamos hace algunos meses y que era el gallo del pueblo.

—¡Ay! —responde una mujer—, le han obligado a echarse al monte. No es culpa suya, pobre chico. Era tan dulce. ¡Que Dios le proteja!

Las almas buenas hacen responsable al gobierno de todos los desmanes cometidos por los ladrones. Él es, dicen, el que saca de sus casillas a la pobre gente que no pide sino estar tranquila y vivir de su oficio.

El modelo del bandolero español, el prototipo del héroe del camino real, el Robín Hood, el Roque Guiñar de nuestro tiempo, es el famoso José María, llamado el Tempranito, el Matinal. Es el hombre de quien más se habla de Madrid a Sevilla, de Sevilla a Málaga. Guapo, valiente, cortés como pueda serlo un ladrón, así es José María. Si detiene una diligencia, ayuda a bajar a las damas y se preocupa de que estén confortablemente sentadas a la sombra, pues la mayoría de sus proezas las lleva a cabo de día. Jamás una blasfemia, jamás una palabrota; muy al contrario, atenciones casi respetuosas y una cortesía natural que no olvida nunca. Cuando saca un anillo del dedo de una mujer: «¡Ah, señora! —dice—, tan bella mano no precisa adornos». Y mientras desliza el anillo fuera del dedo, besa la mano con un aire que puede hacer creer, según la expresión de una dama española, que el beso tiene para él más importancia que el anillo. El anillo lo toma como por distracción, pero el beso, por el contrario, lo hace durar mucho tiempo. Me han asegurado que deja siempre a los viajeros dinero bastante para llegar a la ciudad más próxima y que jamás ha negado a nadie el permiso de conservar una joya que los recuerdos hacían preciosa.

Me han pintado a José María como un joven alto, de veinticinco a treinta años, bien formado, de abierta y risueña fisonomía, dientes blancos como perlas y ojos notablemente expresivos. Viste ordinariamente un traje de majo de gran riquezas. Sus camisas son siempre de un blanco deslumbrante y sus manos honrarían a un elegante de Londres o París.

Hace unos cinco o seis años que recorre los caminos reales. Sus padres le habían destinado a la Iglesia y estudió teología en la universidad de Granada; pero su vocación no era muy fuerte, como podrá verse, pues se introdujo de noche en la habitación de una señorita de buena familia… El amor, dicen, excusa muchas cosas…; pero se habla de violencia, de un criado herido…, jamás he podido ver claro en esta historia.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.