Bruma roja by Lucía G. Sobrado

autor:Lucía G. Sobrado
La lengua: spa
Format: epub
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-01-02T20:03:39+00:00

Me paso los siguientes dos días y medio anclada a la silla, levantándome lo mínimo para comer, ir al excusado y asearme. Por una vez, le veo ventaja a esto de no poder dormir, aunque los ojos se me pegan en distintas ocasiones a causa del cansancio. Lobo ha permanecido conmigo prácticamente todo el tiempo, durmiendo lo mínimo indispensable para que su cerebro no colapsara. Se ha dedicado en cuerpo y alma a tallar la insignia del sello de cera de la forma más fehaciente que le han dejado sus habilidades para trabajar la madera. Que, para mi sorpresa, han sido mucho más refinadas de lo que esperaba. Además, se presentó voluntario para cerrar las misivas con un tono de cera bastante parecido al original, si bien no es el mismo.

En más de uno de los muchos momentos de silencio, he sentido la tentación de preguntarle por el clan, de terminar la conversación que comenzó en la cama de Nueva Agrabah, pero no me he visto con fuerzas para afrontar lo que pueda significar lo que descubriera. Necesito mantenerme centrada en lo que tenemos por delante, en el futuro que nos espera, y dejar el pasado aparcado para que no sea el motivo de mi muerte. No obstante, en estos dos días y medio, he tenido la sensación constante de que él también quería hablar conmigo más allá de las charlas banales que amenizan el trabajo; que, quizá, también sienta esa conversación como inacabada.

Con respecto a los demás, Pulgarcita se ha encargado de abastecernos con todo lo que hemos podido necesitar: comida, mantas, conversación insustancial y bla, bla, bla. Y Tahira... Bueno, se ha limitado a perdonarme la vida, que motivos no le faltan para estrangularme en cuanto cierro los párpados un segundo. Una suerte para mí que no pueda romper la voluntad de la lámpara en esos términos. Aunque he de admitir que ha sido todo un detalle que accediera a repartir las cartas disfrazada de guardia real acompañada de Alfombra y Pulgarcita, sobre todo teniendo en cuenta que tardaron casi un día en completar su parte del plan.

El duque se ha mostrado mucho más receptivo de lo que cualquiera podría haber imaginado en un primer momento, porque no solo nos ha permitido quedarnos en su segunda residencia, cuando podría habernos desterrado a las caballerizas, sino que nos ha dado acceso a parte del ropero de su familia. Según nos explicó, de todo el linaje De la Bête solo queda él, y todo apunta a que será el último dada su monstruosa condición, así que guarda los ropajes por puro hastío. Están tan llenos de polvo y deteriorados que Pulgarcita ha tenido que afanarse en arreglar algunos de los mejores atuendos. Aunque su tarea es todo un misterio para los demás, porque cuando se encierra en el cuarto de la costura, no hay quien pueda entrar a molestarla.

Ahora que el duque ha tenido que volver a la Comarca del Espino para ocuparse del personal de su palacio, el ambiente en esta masía es mucho más distendido.

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