Algo increíble by Katherine Garbera

Algo increíble by Katherine Garbera

autor:Katherine Garbera
La lengua: spa
Format: epub
editor: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
publicado: 2017-02-17T12:39:23+00:00


Capítulo Siete

Lila tenía un mal despertar. Nick se percató de ello en cuanto la vio dando vueltas por el apartamento, gruñendo e intentando meterle prisa para que se fuera. Nick se hizo el remolón; le hacía gracia ver aquella faceta de Lila.

Se incorporó al verla salir de la ducha. Todavía tenía la piel húmeda, y percibió las oleadas de vapor. La fragancia floral de Lila lo envolvió y su erección matutina se endureció aún más. «Maldición, ojalá ella no se hubiera levantado de la cama nada más oír el despertador…».

Lila se puso una bata de terciopelo rojo que resaltaba el tono cremoso de su piel. Se recogió el pelo con torpeza y le lanzó una mirada furibunda al sorprenderlo sonriendo a través del espejo. Nick sabía que debía ponerse en marcha, pero tenía la sensación de disponer de todo el tiempo del mundo.

Lila salió del dormitorio y regresó un minuto después con la ropa de Nick. La arrojó a los pies de la cama.

–¿Es que no piensas levantarte?

Nick se puso en pie y se vistió despacio. Como sabía que ella lo estaba mirando, volvió la cabeza y la hizo sonrojarse.

–No tengo tiempo para prepararte el desayuno, así que tendrás que apañártelas tú solo –abrió su armario, y Nick contempló sus cuidados atuendos. Sacó varios, se miró con ellos sin sacarlos de sus respectivas perchas y, al final, se decantó por uno de sus trajes más serios.

A Nick no le gustaba. Lila había decidido vestirse para la batalla. El traje negro de corte formal era uno de los que menos le agradaban, si no recordaba mal. Siempre estaba un poco menos accesible cuando lo llevaba; por eso mismo, deseó abrazarla y acceder a ella de una forma muy masculina. Pero sabía por su mirada ceñuda que Lila no toleraría el menor retraso.

–Te invito a desayunar si vienes conmigo al trabajo –dijo mientras se guardaba los gemelos en el bolsillo del pantalón. Lila frunció el ceño.

–No puedo.

Nick sabía por qué. A pesar de los lazos que había entre ellos, seguía sin querer que nadie supiera que estaba durmiendo con él. A la parte malvada de su ser no le importaba; si Lila lo estaba usando para tener sexo, lo aceptaría. Pero en el fondo, lo molestaba.

–La semana pasada viniste conmigo al trabajo y nadie dijo nada.

–Eso era diferente –entró en su vestidor para ponerse la ropa. Nick vio desaparecer a la mujer dulce y tierna que lo había acogido en su casa y en su cama la noche anterior y, momentos después, la vio reaparecer como una supermujer, capaz de cualquier cosa y en absoluto necesitada de un simple mortal.

–¿Por qué era diferente? –preguntó Nick.

–Porque no habíamos… Ya sabes –allí estaba la mujer a la que había abrazado, la que se sonrojaba cuando intentaba hablar de sexo o de embarazos. Se ponía tan bonita cuando se ruborizaba que Nick quería volverla a estrechar en sus brazos y llevarla de vuelta a la cama. Pero tenía que irse si quería ser puntual.

–Si tuviéramos tiempo, te persuadiría para que volviéramos a la cama.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.