A la sombra del templo by Toti Martínez de Lezea

A la sombra del templo by Toti Martínez de Lezea

autor:Toti Martínez de Lezea
La lengua: es
Format: mobi, epub
publicado: 2009-09-17T23:00:00+00:00


LA TORRE DE VARONA

Varias jornadas más tarde, Hernando se hallaba completamente recuperado. La abuela de Julián se había ocupado de sus pies heridos, la madre lo había atiborrado de comida: potajes espesos de verduras con carne, arroz con garbanzos, morcillas en salsa, costillas asadas... determinada a transformar su famélico aspecto en otro más vigoroso, y todos los miembros de la familia Martín se empeñaban en que se sintiera como uno más de los suyos. A veces pensaba que los acontecimientos de los últimos tiempos nunca habían tenido lugar, que todo había sido un mal sueño, pero no podía olvidar a Isabel.

Se la imaginaba vestida de blanco, pálida, amortajada con la sábana de los muertos, y sentía un dolor agudo que lo ahogaba cortándole la respiración. Cerraba entonces los ojos y recordaba su noche de bodas en el punto más alto de la ciudad, cerca del cielo, bajo el tejado de Santa María.

Desde el paso de ronda podían verse en los días claros La Llanada, el Gorbea y el Anboto, montes sagrados de los antiguos, la sierra de Elgea... lugares a los que probablemente nunca regresaría, pero aquella noche, por primera vez desde que había abandonado la tierra que añoraba, no se sintió solo.

Las palomas se habían refugiado en el desván huyendo de la helada y se agrupaban como intentando darse calor, aunque ellos no sentían el frío; sólo el deseo de amarse. La pasión de su entrega fue suficiente para superar las incomodidades y la infeliz situación en que se encontraban. El sobrado polvoriento, blanqueado por los excrementos de las aves, aireado por las corrientes de aire y escasamente iluminado por un candil de aceite fue su cámara nupcial y el jergón relleno de paja vieja, su lecho de amor. Tal vez Dios permitiese que su cabello se tornase cano, pero de algo estaba seguro: llevaría hasta la muerte el luto por su amor, malogrado sin haber vivido.

Un mediodía, cuatro días después de su llegada a Villanañe, se encontraba a poca distancia de la casa, meditando sobre lo que debería hacer, puesto que no le era posible permanecer por más tiempo en casa de los Martín. Él no era un campesino y ya había allí demasiadas bocas que alimentar; tampoco había espacio para uno más. La prueba era que dormía en el establo con Julián y con las vacas propiedad de su familia. Todos eran muy amables con él, pero estaba claro que molestaba y que nadie necesitaba a un huésped inútil para las labores del campo. No sabía de cultivos ni de animales, ni tenía intención de aprender algún día.

Contemplaba la torre, una construcción sólida, rodeada de un foso, como no había visto otra, cuando vio venir hacia él a su amigo hablando solo y dando manotazos al aire.

- ¡Nos vamos! —le gritó.

- ¿Adónde?

- ¡Al infierno!

- ¿Qué te ocurre?

Julián tardó un rato en calmarse.

Su cráneo rapado había comenzado a poblarse de un vello que crecía tieso como el trigo recién cortado y le daba un aspecto más bien cómico.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.