Zona by Mathias Enard

Zona by Mathias Enard

autor:Mathias Enard [Enard, Mathias]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2007-12-31T16:00:00+00:00


XII

otra vez en mi asiento, una jaula en movimiento, los párpados cerrados: por mucho que lo intente no hay nada que hacer, agotado lamentable medio ebrio la vejiga vacía y no consigo persuadir a Morfeo para que me lleve lejos de este tren durante un rato, con Andrija en un sueño heroico, con Stéphanie en un sueño erótico, aunque sea una pesadilla inspirada por los miles de muertos del maletín lleno de fotografías del horror, vuelvo a abrir los ojos, la pareja de las palabras cruzadas sí que sabe, tranquilos, ella duerme con la cabeza sobre el hombro de su compañero y él lee, eso podría hacer yo también, retomar mi libro, ir al encuentro de Intissar y los palestinos celestes, recuerdo que de niño para pasar el tiempo en los largos trayectos en coche mi hermana y yo jugábamos a adivinar la procedencia y el destino de los automóviles con los que nos íbamos cruzando, de dónde viene la parejita de crucigramistas del otro lado del pasillo, adónde van, eso en un tren es demasiado sencillo sé que subieron en Milán y que van a Florencia o a Roma, pero a hacer qué, tengo la impresión de que él es profesor, pongamos que de violín; sí, eso es, profesor de violín, tiene pinta de rascatripas me recuerda a un amigo de mi madre con el que solía tocar música de cámara, y su compañera ha sido alumna suya, seguro, aunque ella tenga más pinta de arpista o de flautista: pantalones de pana, blusa de flores, cabellos largos y no precisamente muy limpios, por lo menos no tan limpios como lo estarían, digamos, si tocase el piano o la viola, ser espía te hace observador; a menudo, sumergido en el bulevar Mortier en la sede de lo oscuro y lo escondido, de la información estratégica o trivial, a menudo olvidas dónde estás, el oficio se convierte en rutina, las investigaciones, las comprobaciones, las fichas, las síntesis, los informes, los corresponsales, los secretos, los agentes, los amigos, los enemigos, la intoxicación, las fuentes, la manipulación, la información humana y tecnológica, todo eso se cuela en la normalidad, en lo cotidiano, como un empleado municipal que anota en el registro civil los nacimientos las defunciones los matrimonios los divorcios las adopciones las menciones marginales sin que eso le afecte para nada: la pasión del principio desapareció en muy poco tiempo, Lebihan el hombre de las ostras y el pedal tenía razón, mientras se rascaba me decía «ya verá usted, se le pasará», me imagino que como un picor, la curiosidad y la alegría de aprender desaparecen con el tiempo; los dos primeros años estaba seguro de que mi reclutamiento había sido un error, pensaba que la dirección advertiría de inmediato que se había equivocado, que mi pasado y el de mi familia me descalificaban como espía al servicio de la República, que el responsable de la investigación preliminar de seguridad había hecho mal su trabajo, a pesar de los tres meses de



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