Una cita con mi vida by Cecelia Ahern

Una cita con mi vida by Cecelia Ahern

autor:Cecelia Ahern [Ahern, Cecelia]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2011-01-01T05:00:00+00:00


17

—Tengo que volver con él —dije, sin dejar de ir y venir por la habitación.

—Ni hablar.

—Vamos a ir tú y yo.

—Nada de eso.

—Por eso estás aquí.

—No… —Habló lentamente—. Estoy aquí porque te engañas a ti misma.

—Estoy enamorada de él —dije, andando de aquí para allá, y haciendo trabajar la cabeza a toda velocidad, tratando de planear la manera de recuperarlo.

—No sé si estarás enamorada, pero te aseguro que estás estropeando la alfombra.

—¡Ya sabía yo que esa perra iba tras él! Lo supe desde el momento en que la conocimos y le preguntó a Blake si quería hielo y limón en el refresco. Por la forma de decirlo, lo supe. «Hielo» —repetí, imitándola—. «¿Te pongo hielo?».

—¡Un momento! ¿De quién estamos hablando?

—De ella. —Finalmente, dejé de caminar por la habitación y, empuñando el mando a distancia como si fuera una arma, le señalé la imagen congelada en la pantalla—. Jenna. Jenna Anderson —escupí su nombre.

—¿Y se puede saber quién es?

—La ayudante de producción. Hasta ahora no había podido averiguar si era ayudante de producción en los estudios o en el rodaje, pero ahora lo sé. Ahora lo sé con seguridad.

Empecé otra vez a ir y venir por la habitación.

—¿Qué es lo que sabes con seguridad?

—Que es ayudante de producción en el rodaje. ¿Tanto te cuesta seguir una conversación? —le solté de malos modos—. Espera un minuto. ¿Dónde está mi ordenador?

Pisoteando la alfombra húmeda, llegué hasta el armario esquinero. Saqué el portátil y también una galleta, que me zampé mientras el ordenador se encendía. La vida me miraba desde su butaca. Abrí la página de Facebook de Jenna y vi su estado.

—Dice que tiene una relación.

—¿Con quién? ¿Con un pastor de ovejas? —preguntó, mirando en la pantalla del ordenador su imagen rodeada de hombres con indumentaria campestre.

—No.

La cabeza me funcionaba a mil por hora. Sabía muy bien que me estaba dejando guiar por la paranoia.

—¿Dice algo de quién es él?

—No. —Me quedé mirando intensamente su página de Facebook, mientras trataba de leer más allá de la pantalla de inicio—. Apuesto a que tiene fotos de los dos ahí dentro, con todo tipo de comentarios e información privilegiada. Si pudiera entrar, entonces podría verlo y lo sabría con certeza.

—¿Por qué no le envías una solicitud de amistad?

—¿No crees que eso ya se me ocurrió hace años? Dijo que no, la muy perra.

Mi vida hizo una inspiración.

—Tendrías que haberte cambiado el nombre.

—Me lo cambié.

—Entonces tendrías que haber usado tu nombre auténtico.

—¿Estás loco? ¿Tú crees que los espías usan su identidad verdadera?

—¡Ah, entonces ahora eres una espía! Muy bien, Doble D, creo que deberías tranquilizarte.

—No puedo tranquilizarme. Aún son una pareja relativamente nueva. ¿Cuándo se rodó ese programa? Todavía puedo separarlos —dije, llena de esperanza.

Corrí de la cocina a mi cama, donde todavía estaban apiladas las piezas del sofá.

—¡Eh, cuidado con la alfombra! —exclamó mi vida.

—¡Que se vaya a la mierda la alfombra! —grité con gesto histriónico—. ¡Estamos hablando de mi vida!

Cogí la maleta que estaba encima del armario ropero y empecé a guardar cosas dentro.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.