Sin una gota de sangre by Douglas Preston & Lincoln Child

autor:Douglas Preston & Lincoln Child [Preston, Douglas & Child, Lincoln]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2023-04-15T00:00:00+00:00

39

—Tenemos un desastre entre manos —le dijo Delaplane al grupo congregado en la sala de reuniones de la comisaría de Savannah. A su lado tenía a Sheldrake, y Coldmoon y Pendergast estaban sentados al fondo mientras la comandante repasaba el caso—. Ya vieron o les han contado la escena que tuvo lugar en el cementerio. Y esta mañana habrán visto los informativos nacionales y las fotos de los fantasmas en todas las cadenas. Necesitamos progresos.

Eran unas fotografías bastante inquietantes, pensó Coldmoon, y no entendía cómo Moller, el alemán, había consumado aquellas falsificaciones, suponiendo que lo fueran. Había visto el inicio de la pantomima de Moller en el cementerio antes de que Pendergast se lo llevara de allí, y ahora desearía haberse quedado.

Delaplane resumió brevemente el caso e hizo anotaciones en una pizarra. Sheldrake expuso durante unos minutos sus aspectos inusuales y contradictorios, incluida una sucinta mención a la logística que conllevó el traslado de las víctimas desde donde fueron atacadas hasta donde fueron hallados los cuerpos.

Cuando estaban terminando, oyeron alboroto en la puerta y Coldmoon vio que había entrado un grupo de hombres con traje oscuro liderados por un jefe con gafas de sol. «O es político o es mafioso», pensó Coldmoon cuando el hombre se dirigió a la parte delantera de la sala como si fuera el dueño del lugar. En el umbral apareció también un equipo de grabación. No eran los capullos del documental, sino otro equipo al que evidentemente había llevado allí el tipo con pinta de jefe.

Delaplane se quedó mirando a los intrusos y, con un tono que no era para nada una acogida calurosa, dijo:

—Bienvenido, senador.

—Espero no interrumpir —respondió el hombre, que se volvió hacia los agentes y esbozó una sonrisa, mostrando los dientes más blancos y rectos que Coldmoon había visto en su vida.

Lucía un bronceado artificial, implantes capilares y, según pudo intuir Coldmoon, un lifting facial. Tenía constitución de un defensa de rugby, acentuada por un traje que le iba ajustado, y un atractivo de estrella de cine. Rondaba los cincuenta y cinco años y su único defecto era una maraña de venas en la nariz.

—Como senador del gran estado de Georgia, vengo a ofrecer nuestra ayuda para resolver este terrible caso. —Miró a cámara con una sonrisa—. Apoyo al cien por cien a las fuerzas del orden locales. —Dándose la vuelta una vez más, se dirigió a Delaplane—. ¿Cómo marcha la investigación, comandante?

—Estábamos terminando una reunión informativa sobre los nuevos avances del caso —dijo.

—¿Hay nuevos avances?

—Estamos trabajando en varias líneas de investigación —respondió Delaplane sin inmutarse.

—Me alegra oír eso, porque estaba preocupado, naturalmente. —Hizo una pausa—. Como sabe, mañana por la noche celebro un mitin de campaña en el parque Forsyth.

—Somos muy conscientes de ello, senador, y organizaremos un dispositivo de seguridad.

—Ese es el problema: la seguridad. Sé que han estado haciendo horas extra con este caso, pero, como pueden comprobar, se ha convertido en una noticia de ámbito nacional y no está dejando en buen lugar a nuestra ciudad y nuestro estado.

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.