Sexual mente by Nuria Roca

Sexual mente by Nuria Roca

autor:Nuria Roca
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2011-05-19T04:00:00+00:00


28. La necesidad y el morbo

Todavía me encuentro con mujeres que dicen que ellas no se masturban porque no lo necesitan. Están, dicen, plenamente satisfechas con las relaciones sexuales que mantienen con su marido y, por lo tanto, no precisan nada más. Lo dicen como si no masturbarse fuera algo de lo que se sienten orgullosas y de paso dejan en buen lugar a su hombre, que es el no va más como amante. Para mí esa forma de pensar, todavía vigente para muchas mujeres de cualquier edad, refleja una manera de vivir el sexo absolutamente machista a la que de forma perversa se nos ha acostumbrado durante décadas. Se trata de desprendernos del placer como algo propio y vivirlo como algo que el hombre nos proporciona. No me parece nada casual, porque si nosotras fuéramos dueñas absolutas de nuestro placer podríamos buscarlo cuando quisiéramos, y eso crea mucha inseguridad.

Las mujeres decentes, por lo tanto, son aquellas a las que el sexo les gusta lo justo: ni mucho, porque no seríamos de fiar; ni poco, para que cuando nuestro marido nos esté dando el placer que nos corresponde podamos quedarnos satisfechas sin necesidad de masturbarnos, faltaría más.

Yo, que afortunadamente no soy muy decente en esto del sexo, creo que alguien se masturba porque le da gusto y no porque lo necesite. Comiendo macarrones, carne y pescado y bebiendo agua nuestras necesidades están cubiertas y podremos vivir hasta los cien años; pero comerte una langosta a la orilla del mar con un buen vino frío una noche de verano, aunque no sea necesario, da muchísimo gusto. Contemplar el sexo solo como una necesidad y la contención como una virtud nos convierte en mujeres limitadas y muy aburridas.

El morbo no es compatible con el aburrimiento. Este puede ser compatible con el placer, pero nunca con el morbo. He tenido relaciones sexuales aburridas en las que he logrado mucho placer, pero cuando hay morbo me siento más viva. Da más morbo un amante ocasional, aunque sientas más placer con tu pareja habitual. El placer es consecuencia del conocimiento y el morbo se encuentra en lo desconocido.

El morbo es un concepto muy difícil de definir, pero que hay que buscarlo con tu pareja, aunque lleves muchos años; con otro, si no puedes con la pareja; o mejor aún, con la pareja y con otro.

Tengo una amiga casada que tiene un amante con el que habitualmente practica sexo anal. Ella dice que para hacerlo necesita estar excitadísima y que con su marido no lo logra. Ve a su amante una vez cada dos meses y con él siempre lo hace por detrás. Es su manera de buscar el morbo, y el sexo anal tiene mucho que ver con eso. Sin embargo, reconoce que su marido sabe comerle como nadie y de esa manera experimenta un gran placer. Ahora dice que necesita un tercer hombre en su vida con el que pueda experimentar orgasmos múltiples mediante la penetración vaginal. Su marido con la lengua, uno por detrás y el otro por delante la van a colmar de placer, de morbo, de gusto y de todo.



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