REINAS DE LA CARRETERA by Pilar Tejera

autor:Pilar Tejera [Tejera, Pilar]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Editorial Casiopea
publicado: 2018-09-19T22:00:00+00:00

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Solo se vive una vez. Pero si lo haces bien, una vez es suficiente.

MAE WEST

JUSTINE TIBÉSAR:

DE VIETNAM A BÉLGICA EN MOTO EN 1931

En 1931 España aprobaba el sufragio universal, bastante a la zaga que otros países que ya se habían adelantado varias décadas en aprobarlo. Sin embargo, Bélgica no estaba entre ellos. Este país tan adelantado en algunas cosas, relegaba a las mujeres en las cuestiones decisivas, y las belgas tuvieron que esperar hasta 1946, para hacerse con el derecho al voto.

El caso es que una ciudadana belga con sed de libertad, de independencia y, sobre todo, de aventura, decidió sacar la lengua a los convencionalismos que aún persistían y en 1931, contando 22 años, se lanzó a una extraordinaria empresa: cubrir en moto y en solitario los 22.000 kilómetros que separaban su país natal de Saigón (Vietnam).

Tal vez Justine Tibésar, no era muy consciente de los problemas que tendría que afrontar. Basta hojear un mapa y comprobar la ruta por tierra que une ambos países. Debemos imaginar, además, las condiciones que las comunicaciones debían ofrecer un siglo atrás. Si alguien deseaba entonces vivir una pesadilla, este tipo de viaje le garantizaría la mejor de las acogidas. Esta monstruosa ruta se extendía como una imposible espina dorsal a lo largo de kilómetros y kilómetros de obstáculos geográficos, sociales, políticos, idiomáticos, sanitarios….

Posiblemente su círculo de amistades se escandalizó. sus familiares trataron de prevenirla contra los peligros de semejante locura. Pero Justine era así, decidida, segura de sí misma, seguramente con un carácter que no se correspondía con su modesto físico y su modesta estatura. Debía poseer, además, una rara cualidad: la de orientar todas sus fuerzas hacia aquello que se proponía. Necesitaba movimiento, emociones, lanzarse a lo imprevisto. Deseaba perseguir mayores metas. Abrazar un proyecto ambicioso, casi impensable tanto para un hombre como para una mujer.

¡Al diablo la lógica! Lo único que la impulsaba era seguir su instinto, protagonizar un desafío y un viaje en moto hasta Vietnam se imponía como el medio ideal para lograrlo.

A lo largo de aquel viaje es más que posible que el miedo la atenazara en numerosas ocasiones, sobre todo cuando sufrió serios accidentes y tuvo una caída grave que la obligó a parar durante varios días. El calor, el frío, el agotamiento, la soledad, y la sed, fueron compañeros de un viaje . Apenas lugares donde avituallarse, donde reparar los pinchazos, donde cobijarse por la noche, pero con las manos asidas al manillar, apretó los dientes y se aferró a su sueño.

Se desconoce su ruta por Europa, pero se sabe que más tarde logró llegar a Asia. Cruzó Camboya, Tailandia y Singapur, donde tomó un barco rumbo a Calcuta, ya que no podía cruzar las montañas de Birmania a falta de pistas transitables. Quizás tuvo mucho tiempo para replantearse la ruta, para pensar qué camino tomar, que destino abordar. En cualquier caso, su seguridad la impulsó a seguir hacia adelante, y a apuntar hacia destinos prácticamente inexplorados, tal vez por la fascinación que ello le producía.

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