Momentos literarios by V. S. Naipaul

Momentos literarios by V. S. Naipaul

autor:V. S. Naipaul [Naipaul, V. S.]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Literatura Random House
publicado: 2012-11-07T23:00:00+00:00


5

El director del Trinidad Guardian desde 1929 hasta abril de 1934 fue Gault MacGowan. De niño oí su nombre con frecuencia; era un buen hombre que había ayudado en los primeros tiempos, y me contaron que un día me vio en Chaguanas cuando yo era bebé.

El hindú que quiere ser pandit tiene que encontrar en primer lugar un gurú. Mi padre, que quería aprender a escribir, encontró a MacGowan. Según mi padre, fue MacGowan quien le enseñó a escribir, y durante toda su vida le profesó la veneración especial que le profesa el hindú a su gurú. Cuando yo estaba en Oxford, en las cartas que me escribía mi padre me daba los consejos que había recibido de MacGowan veinte años antes. En 1951 me escribió lo siguiente: «Y en cuanto a que un escritor guste o sea odiado, creo que no es como tú piensas: una persona hace bien su trabajo cuando empieza a gustarle a la gente. No he olvidado lo que me dijo Gault MacGowan hace años: “Escribe con actitud comprensiva”, y supongo que eso no nos impide en absoluto escribir con veracidad e incluso con lucidez».

Da la impresión de que MacGowan comprendió la relación entre ellos. En una carta que me escribió sin que yo me lo esperara en 1963, casi treinta años después de haberse marchado de Trinidad –una carta de puro cariño, dirigida a mí por ser yo hijo de mi padre–, MacGowan, con casi setenta años, viviendo en Múnich y «aún publicando», me decía que siempre le había interesado la gente de India. Había visto que mi padre tenía deseos de aprender y había hecho todo lo posible por enseñarle.

Entre los dos hombres había un insólito vínculo: un malicioso sentido del humor. «Decepción del verdugo de Trinidad. El Consejo Ejecutivo le roba sus honorarios. Profundo arrepentimiento.» Ese era el titular de MacGowan para una noticia sobre la conmutación de pena de un preso, la clase de broma que también le encantaba a mi padre. Ese titular en concreto se presentó ante los tribunales como ejemplo de la irresponsabilidad de MacGowan durante uno de los dos grandes juicios que tuvo el periodista en Trinidad. MacGowan dijo: «¿Es que el titular no cuenta toda la historia? Yo pienso que únicamente está fuera de lugar la palabra “robar”». A MacGowan no le disgustaba esa clase de publicidad. Al parecer siempre andaba metido en litigios, y como buen periodista de Fleet Street, tenía la idea de Fleet Street de que un periódico debe ser en cierto modo su propia noticia todos los días.

De Inglaterra había ido a Trinidad por recomendación de The Times para modernizar The Trinidad Guardian. El periódico local de más prestigio era The Port of Spain Gazette, fundado en 1832, que representaba los intereses comerciales y de las haciendas de los criollos franceses. El Guardian, establecido en 1917, representaba otros intereses comerciales e iba muy a la zaga de la otra publicación. La composición era anticuada: en la portada aparecía un rectángulo con noticias en impresión muy apretada enmarcado por anuncios de tiendas.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.