Mis andanzas por Europa by Charles Chaplin

autor:Charles Chaplin [Chaplin, Charles]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Memorias, Comunicación
editor: ePubLibre
publicado: 1922-01-01T05:00:00+00:00

IX

Conozco a los inmortales

Aquí hay más extractos de un número de cartas elegidas al azar de la montaña de correo que me esperaba en el hotel:

«… le desea al señor Chaplin una cordial bienvenida y le ruega tener el honor de poder afeitarle el domingo 11 de septiembre a cualquier hora que le parezca adecuada».

Un prestamista de West End ha enviado su tarjeta, la cual reza: «En caso de que necesite acomodos temporales de efectivo, estoy en disposición de adelantarle de 50₤ a 10.000₤ a la firma de un pagaré, sin comisiones ni retrasos. Todas las comunicaciones serán estrictamente privadas y confidenciales».

Un hombre que vive en Lexington Street, Goldensquare, W., escribe: «Mi hijo, en el empeño de coger una flor lanzada por usted desde el hotel Ritz, perdió su sombrero, la factura del cual, que incluyo, asciende a siete chelines y seis peniques».

Un especialista del cuero cabelludo de Liverpool colige que el señor Chaplin está muy preocupado por la aparición de cabellos grises en su cabeza. «Presumo de ser», añade, «el único hombre en Gran Bretaña que puede devolver y devuelve el color a las canas. En caso de que visite Liverpool, y si tiene a bien venir a verme, estaré muy complacido de examinar su cuero cabelludo y darle una sincera opinión. Si no puede hacerse nada, así se lo diré, con toda franqueza».

«¿Hay alguna posibilidad», escribe la señora Violet Pain, de Angellroad no 8, Brixton, «de que usted precise para sus películas de los servicios de dos pequeños gemelos, de casi cuatro años y prácticamente indistinguibles? Un agente americano ha estado recientemente en el vecindario y suscrito un contrato con una similar pareja de chicas (gemelas), lo cual apunta a que hay al menos cierta demanda en las películas americanas».

Un viudo de 62 años escribe: «Tengo media docena de piezas de un juego de té del jubileo de diamante de la difunta Reina Victoria y se me ha ocurrido que tal vez desee usted poseerlas. Si usted me llamara o me indicara el modo para hacérselas llegar y que las viera, lo haría con mucho gusto. Las he tenido durante veinticuatro años y quisiera sacar algún dinero de ello».

Un tratante de cuadros del sur de Londres escribe: «Si en alguna ocasión, dando alguno de sus tranquilos paseos por Londres, pasara por aquí, me gustaría que se asomara a ver un cuadro que creo le podría interesar. Es la calle Strand por la noche, pintada por Arthur Grimshaw en 1887. Espero que no piense que me he tomado una libertad excesiva, pero conocí a su madre cuando estuve en la troupe de Kate Paradise y creo que ella me recordaría si usted le mencionara a la Clara Symonds de aquella troupe. Es una pequeña conexión con el pasado».

«Querido viejo amigo: Te escribí hace algunos meses y sin duda me recordarás. Estuve en Casey’s court [1], y, como sabes, tuvimos como jefe al señor Murray. A ti ciertamente te ha ido bien. Yo, por mi parte, este mismo mes acabo de regresar a casa después de estar ocho años en Turquía.

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.