Miles vorkosigan 15 by Lois McMaster Bujold

Miles vorkosigan 15 by Lois McMaster Bujold

autor:Lois McMaster Bujold [Bujold, Lois McMaster]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: SF
publicado: 2011-06-03T05:00:00+00:00


12

¯¿Dónde? ¯preguntó Miles.

¯En la Bodega de Carga Número Dos ¯respondió el cuadri¯. Estaba intentando que Pramod Dieciséis, aquí presente ¯indicó a uno de los hoscos cuadrúmanos que sostenían un extremo de la tubería, quien asintió confirmando sus palabras¯, lo sacara en una cápsula de la zona de seguridad y lo llevara a los muelles de salto galáctico. Así que yo diría que puede añadir a la lista de cargos el intento de soborno de un técnico para que viole las reglas. ¯«Ajá. Otra forma de evitar las barreras de aduanas de Bel...» La mente de Miles saltó al desaparecido Solian¯. Pramod le dijo que iba a arreglar unas cosillas, se escabulló y me llamó. Yo reuní a los chicos y nos aseguramos de que nos acompañara para explicarse ante usted. ¯El cuadri señaló al jefe Venn, que llegó flotando rápidamente por el pasillo y observaba la escena con clara satisfacción.

El planetario palmípedo hizo un ruido quejumbroso bajo la cinta adhesiva, pero Miles lo interpretó más como una protesta que como una explicación.

¯¿Vieron algún rastro de Bel? ¯preguntó Nicol, apremiante.

¯Oh, hola, Nicol. ¯El cuadri negó tristemente con la cabeza¯. Le preguntamos al tipo, pero no conseguimos que dijera nada. Si no tienen ustedes mejor suerte con él, tenemos unas cuantas ideas más que podríamos intentar.

Su ceño fruncido sugería que esas ideas podrían referirse a la utilización ilícita de compuertas, o tal vez a innovadoras aplicaciones del equipo de carga que decididamente no cubría la garantía del fabricante.

¯Apuesto a que podríamos conseguir que dejara de gritar y empezara a hablar antes de quedarse sin aire.

¯Creo que podemos encargarnos de él a partir de ahora, gracias ¯le aseguró el jefe Venn. Miró con frialdad a Firka, que se rebullía en el poste¯. Aunque tendré en cuenta su oferta.

¯¿Conocen al práctico Thorne? ¯le preguntó Miles al cuadri de Muelles y Atraques¯. ¿Trabajan juntos?

¯Bel es uno de nuestros mejores supervisores ¯repuso el cuadri¯. El planetario más sensato que hemos conocido. No queremos perderlo, ¿eh? ¯Hizo un gesto hacia Nicol. Ella inclinó la cabeza en muda gratitud.

El arresto de los ciudadanos fue debidamente registrado. Los patrulleros cuadris que se habían reunido observaron con cautela al larguirucho cautivo, y decidieron llevárselo con poste y todo por el momento. La cuadrilla de Muelles y Atraques, con justificable satisfacción, también presentó la mochila que Firka llevaba.

Así que allí estaba el principal sospechoso de Miles, si no servido en bandeja, al menos en brocheta. Miles se moría de ganas de quitarle aquella cinta de la cara y empezar a apretarle las clavijas.

La Selladora Greenlaw llegó mientras tanto, acompañada por un nuevo cuadrúmano, un hombre de pelo oscuro y aspecto fornido aunque no especialmente joven. Llevaba un atuendo elegante y poco llamativo, muy parecido al del jefe Watts y Bel, pero negro en vez de azul pizarra. Ella lo presentó como el magistrado Leutwyn.

¯Bien ¯dijo Leutwyn, mirando con curiosidad al inmovilizado sospechoso¯. Aquí tenemos a nuestra ola de crímenes de un solo hombre. Tengo entendido que también él vino con la flota de Barrayar.



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