Mi eterna locura by R. Cherry

Mi eterna locura by R. Cherry

autor:R. Cherry [Cherry, R.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2016-04-01T04:00:00+00:00


Capítulo 14

¿A dónde demonios va? ¡Qué no me deje sola, por dios! Esto no ha hecho más que empezar, y si es tan letal como me ha contado, no creo que tarde en desarmarme.

—Ahora vengo —dice Collins desde la entrada.

—¿A dónde vas, hijo?

Sin decir nada más, desaparece, hasta que se escucha como la puerta se cierra.

—Háblanos de ti, Natalia —me pide Denna.

—Pues… —bajo la vista hacia mis manos, jugueteo con ellas, nerviosa— tengo veinticinco años, y trabajo en una cafetería que tengo en propiedad.

—Es muy bonita —añade Laura.

—¿Vives sola?

—Hace una semana o así que vivo con Collins.

—¿Collins? ¿Por qué le llamas Collins?

—Me gusta llamarle así, además a él siempre le ha dado mucha rabia que lo haga, así que… Es un incentivo más.

Aunque aun no entiendo por qué quiere que le llame JD, porque nadie le llama así todo el mundo suele llamarle John.

—¿Y antes de vivir con John?

—Vivía con mi mejor amiga, Lucia.

—Eso está bien.

Asiento, sin saber bien qué decir ni que hacer. Miro a Laura, buscando una escapatoria, hace una mueca, supongo que tendré que resignarme y seguir con este interrogatorio.

—Cuéntanos más cosas, ¿no? —dice Roxanne.

—No sé… —murmuro pensativa.

—Vaya, muchacha.

—¿Tus padres ya conocen a John?

—Mi padre sí.

—¿Y tu madre?

—Bueno… Ella es un caso aparte, es abogada y bueno… No tiene tiempo para nada más que no sea su trabajo.

—Es una lástima.

—Sí, la verdad es que sí —digo desanimada.

Echo de menos a mi madre, casi no recuerdo siquiera la última vez que nos vimos, y lo más seguro es que no fueran ni veinte minutos.

—¿Tienes hermanos?

—Una hermana, un par de años menor.

—¿Cómo se llama? —pregunta Laura.

—Laia.

—Laia… —murmura.

—Sí, estudia para ser juez, aunque me temo que cuando sea mayor será igual que la madre, por desgracia.

—Vaya…

Hago una mueca, paso las manos por mi pelo y suspiro. Será mejor que dejemos de hablar de esto, me entristece no poder verlas tanto como me gustaría.

—¿Por qué no os quedáis a cenar? —Les propone Rosa.

—Claro, ahora pensamos en qué hacer.

—John está con Harry, así que no creo que venga a cenar.

—¿Con Harry? Por dios, ese no vuelve hasta media noche —espeta Roxanne.

—Natalia, ¿te gusta cocinar?

—Sí, me encanta, sobre todo la repostería.

Escuchamos un fuerte golpe, miramos hacia todos lados, entonces vemos aparecer a mi pequeño cachorro con la boca manchada de chocolate.

—¡Pequeño! ¿Qué has hecho? —digo alzando la voz.

—¡Por dios! ¡Se ha comido el turrón que había sobre la mesa!

Rosa sale corriendo hacia la cocina, y efectivamente, se ha comido lo que ha sobrado de la merienda, y ha tirado una de las sillas. ¿Cómo demonios ha llegado a subirse a la mesa? ¡Es impresionante!

—Laura, nos vamos.

—¿A dónde?

—¡Al veterinario! No podemos dejar que siga con eso dentro, podría ponerse malo.

De un salto se levanta de la butaca, yo hago lo mismo, cojo al cachorro, el bolso, me pongo la chaqueta y los zapatos. Saco el móvil del bolsillo del pantalón, y llamo a Collins, pero no me lo coge. ¡Joder! ¡Ya podría haberse ido en otro momento! Soplo enfadada, entonces llega Laura.

—¿Vamos?

—Vamos.

El pequeño empieza a llorar, tiembla.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.