Maya by Jostein Gaarder

Maya by Jostein Gaarder

autor:Jostein Gaarder [Gaarder, Jostein]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Filosófico
editor: ePubLibre
publicado: 1998-12-31T16:00:00+00:00


Optaste por partir el dolor en dos

Ya de vuelta en Oslo, me puse enseguida a trabajar en el informe, y hace dos semanas llegué a Salamanca. No dejaba de preguntarme si realmente ibas a aparecer y, sobre todo, si sabías que también yo estaba inscrito en el congreso. Sigo sin saber quién de los dos se apuntó primero, pero yo había hecho una especie de inscripción con reserva antes de irme al Pacífico, y cuando llamé desde Taveuni para confirmar mi asistencia, tú ya figurabas en la lista de participantes. Al regresar a Oslo, recibí la petición de presentar una ponencia sobre migración y biodiversidad.

¿Cabría la posibilidad de que te hubieras apuntado al congreso porque nos proporcionaría la oportunidad de un reencuentro? ¿O tu interés se debía exclusivamente a razones profesionales, a pesar de tener que contar con la posibilidad de encontrarte conmigo? En todo caso, podrías haberte borrado si no hubieras querido verme bajo ningún concepto.

No sé si me expreso con mucha claridad pero, como habrás entendido, no me atrevía a dar por sentado que fuéramos a vernos. Recuerdo muy bien tu breve carta del mes de noviembre, así como la conversación telefónica posterior. Fue la última vez que hablamos.

Pero acudiste, y no supiste que te encontrarías conmigo hasta que viste el programa definitivo. Entonces habías pensado exactamente como yo. Aunque no podíamos convivir, al menos compartíamos un profundo dolor, y eso era algo que estábamos condenados a compartir para siempre. Condenados, dijiste, pero a compartir. Habían pasado ocho meses desde que perdimos a Sonia, y medio año desde que hiciste la maleta en la calle Sogn y volviste a Barcelona con tu familia.

También tú te habrás hecho algunas reflexiones sobre el que nos volviéramos a ver en un congreso científico. Así se cerraba el círculo. Habían pasado casi diez años desde que nos vimos por primera vez en aquel gran congreso de Madrid, cuando sólo al cabo de unos meses iniciamos nuestra convivencia en Oslo.

Cuando te vi en el vestíbulo del Gran Hotel de Salamanca me pareciste más maravillosa que nunca. De cualquier forma, no eras la misma que yo recordaba de las últimas terribles semanas en Oslo. Primero nos quedamos mirándonos, y tú señalaste, como de costumbre, que no me había afeitado bien. Luego me llevaste hasta un rincón, nos abrazamos y lloramos. No creo que las lágrimas que derramamos fueran sólo por Sonia.

Me dijiste que te habían dado una beca de investigación, y a mí me dio por pensar que, o por lo de la beca, o simplemente porque eras tan hermosa, habías conocido a otro hombre. En aquel primer momento de nuestro reencuentro mencionaste que había algo que querías dejar muy claro desde el principio. Dijiste que te alegrabas de volver a verme, pero que no debíamos cuestionarnos una reconciliación, porque estabas totalmente segura de que jamás volveríamos a convivir como marido y mujer. Y recuerdo que me limité a darte la razón, porque estaba muy feliz de volver a verte. También yo, mentí, había llegado a la conclusión de que sería imposible que volviéramos a vivir juntos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.