Lord Bramble quiere una aventura by Bethany Bells

Lord Bramble quiere una aventura by Bethany Bells

autor:Bethany Bells [Bells, Bethany]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-07-27T00:00:00+00:00


Capítulo 7

Lady Cordellia estaba consternada.

—¡Bramble! —exclamó. Era una anciana alta y muy delgada, de rostro afilado y gran nariz. Nunca fue una mujer atractiva, ni siquiera en sus años jóvenes, aunque, como hija de un duque, nunca necesitó serlo⁠—. ¿Qué ha pasado?

Tendió la mano a su nieto preferido y él la tomó y se inclinó a depositar un beso sobre su piel, ya muy frágil y con alguna mancha de la edad. Así le habían enseñado siempre a saludarla.

—Rosehip —explicó, contrariado—. Cada día está más salvaje.

—¿Por qué será? —masculló Thorn, lanzándole una mirada torva. Bram le ignoró y su hermano contempló con desconfianza a su acompañante. Entrecerró los ojos, como si intentase recordar si la conocía⁠—. ¿Nos presentas a tu amiga?

—Desde luego. Abuelo, abuela, hermanastro… —⁠hizo caso omiso de la nueva mirada de su hermano⁠—, permitid que os presente a la señorita Hermione Willmore. Es prima de lady Pamela, abuela. Sobrina del conde de Keys.

—¡Oh, sí! —exclamó lady Cordellia, que de pronto pareció más amistosa⁠—. Lady Louise me ha hablado muchas veces de ti. Querida, cómo me alegra conocerte por fin. ¿Has venido a ver a tu abuela, supongo? ¡Qué alegría se habrá llevado!

—Sí, desde luego —replicó la señorita Willmore⁠—. Ha sido un encuentro muy emotivo. Cuando supo que iba a venir a su cumpleaños, me pidió que la saludase y la felicitase en su nombre. En mi equipaje traigo un regalo de su parte para usted.

—Mi querida Louise, siempre tan atenta. Tenemos que ir a verla en cuanto pasemos por Londres, Abbott —⁠le dijo a su marido.

El abuelo de Bram asintió.

—Por supuesto, querida. —Lanzó una mirada inquisitiva a Bram, pero no dijo nada.

Él carraspeó.

—La señorita Hermione está entusiasmada con el reencuentro, quería seguir en Londres con la condesa viuda. Pero me temo que me interpuse en sus planes.

—¿Qué quieres decir, querido? —⁠preguntó su abuela.

—Que, cuando llegó, fui a buscarla con lady Pamela. Yo… Nosotros… —⁠Hizo un nuevo gesto hacia la joven y, de pronto, bajo la mirada de Thorn y sus abuelos, toda la historia le pareció absurda. Qué ridículo era lord Bramble Rosegarden, pese a todas sus ínfulas. Había escrito la obra de teatro culmen de su vida, la única que le permitirían crear, y su argumento no se sostenía por ningún lado. Volvió a titubear⁠—. Nosotros…

—Oh, querido… —La señorita Willmore sonrió con inmenso cariño y le recolocó el alfiler de la corbata, con un gesto lleno de complicidad. Para mayor asombro, cuando habló empezó a tutearlo⁠—: ¡Eres tan tierno! Pero no te pongas nervioso. Lo van a entender.

—¿Entender? —preguntó Thorn, perplejo⁠—. ¿El qué?

—¿Se lo dices tú, o se lo digo yo? —⁠preguntó ella a Bram.

Él carraspeó otra vez.

—Adelante, querida. Por favor.

—Oh, está bien. —Miró a los otros tres⁠—. Verán, milord y yo nos hemos escrito durante un tiempo, cerca de un año.

—¿Un año? —Su hermano y sus abuelos lo miraron de un modo que hasta se sintió ofendido. Casi parecían sorprendidos de que supiera escribir.

—Así es. Al principio fue un simple divertimento. Mi prima y yo mantenemos



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.