Génesis (Spanish Edition) by Wilson Edward O

autor:Wilson, Edward O. [Wilson, Edward O.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: ciencias, biologia
editor: Ed. Critica
publicado: 2020-07-13T22:00:00+00:00

Una colonia de arañas sociales (Anelosimus) ha capturado un escarabajo de gran tamaño, y compartirá el alimento que extraiga de él. También se pueden apreciar los dos tipos de «personalidad»: las cazadoras en la parte más lejana del dibujo y las cuidadoras protegiendo las masas de huevos en la zona más cercana.

Las Cryptocercus son demasiado grandes como cucarachas. Sobreviven, no escapando a toda prisa de sus enemigos como haría la típica cucaracha de cocina, sino de forma pasiva, confiando en la protección de su gruesa armadura quitinosa. Portan exoesqueletos gruesos a modo de escudos y se mueven a un ritmo decoroso sobre patas recubiertas de espinas. Defienden nidos permanentes creados entre la madera en descomposición de árboles y hojas muertos. Christine Nalepa, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, ha reunido pruebas anatómicas y genéticas de la cercanía de Cryptocercus con las termitas, tanto en su forma de vida como en su comportamiento social. Al igual que las termitas modernas, señala, dependen de bacterias especializadas u otros microorganismos que viven en sus intestinos. Estos simbiontes digieren la celulosa procedente de la madera podrida y comparten los componentes con sus hospedadores insectos. Además, tanto las cucarachas Cryptocercus como las termitas crían a su indefensa progenie en parte alimentándola a través de sus anos con los componentes digeridos de la madera.

Las colonias de Cryptocercus, al igual que ocurre con las sociedades de termitas, están, de hecho, vinculadas indisolublemente por la necesidad de pasar las bacterias simbióticas u otros microorganismos que digieren madera, de una generación a la siguiente. Las sociedades de Cryptocercus son familias típicas en las que los progenitores atienden a su descendencia hasta que esta alcanza su tamaño adulto y se convierten a su vez en progenitores. Al igual que los otros insectos dominantes del mundo, las termitas también tienen familias, pero de una clase muy diferente. La mayor parte de sus descendientes no se convierten en progenitores. En cambio, se desarrollan como obreras que ayudan a sus padres y hermanas obreras. En otras palabras, crean una comunidad cada vez más numerosa. De esta manera surge la condición de eusocialidad, el nivel potencialmente más complejo de organización social en la que los individuos están unidos por la necesidad de formar una única unidad reproductora. Al igual que ocurre con las cucarachas eusociales, las colonias de termitas han pasado de la fase Cryptocercus de vida social, forjada, fundamentalmente, mediante la selección individual, al siguiente nivel superior, creando comunidades complejas forjadas, principalmente, por la selección de grupo.

Todo lo dicho nos plantea una controversia mayor que se ha ido enquistando en las entrañas de la sociobiología. Empezó con un experimento mental realizado y publicado por el biólogo británico J. B. S. Haldane durante la década de 1950.

Este gran científico, al postular lo que más tarde se conocería con el nombre de selección por parentesco, ilustró la idea con el siguiente experimento mental. Suponga el lector que ve a un hombre que se está ahogando. Si usted intenta salvarle tiene un 10 % de posibilidades de ahogarse usted mismo accidentalmente.

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