El café de las leyendas by Travis Baldree

El café de las leyendas by Travis Baldree

autor:Travis Baldree
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Cozy fantasy, fantasía juvenil, Best seller New York Times, Travis Baldree
ISBN: 9788419449559
editor: Roca Editorial de Libros
publicado: 2022-12-28T19:17:35+00:00


Cuando Cal regresó en la fecha acordada, Viv ya había colocado un letrero en la parte frontal del local:

HOY CERRADO POR OBRAS

Esa mañana, ya había visto a varios clientes habituales con cara de decepción tras haberse topado con el letrero. Se adueñó de ella un miedo irracional a que no regresaran jamás, pero hizo todo lo posible por deshacerse de él.

El trasgo empujaba una carretilla en la que llevaba un mecanismo grande de latón con forma de barril; varias aspas enormes con forma de ala; un ventilador más pequeño, que recordaba a un molino de viento; y una larga cinta de cuero de algún tipo, que recordaba a un enorme suavizador de navajas.

Con los brazos en jarra, Viv se quedó mirando ese amasijo.

—Oh. Cuando vi los dibujos, no sabía si esto iba a funcionar o no, pero ahora estoy incluso más confusa.

—Oh, es un trasto ingenioso —señaló Cal, que gruñó al cruzar con la carretilla las puertas que Viv sostenía abiertas—. Te aseguro que los gnomos siempre te sorprenden.

Primero, Cal le quitó una sección al tubo del fogón, la abrió por la mitad e instaló el ventilador, que recordaba a un pequeño molino de viento, en un ingenioso armazón, que contaba con una serie de engranajes interconectados en el eje. Viv lo ayudó a colocarlo y a pegarlo de nuevo al tubo principal del fogón.

La orca fue al callejón de atrás a coger la vieja escalera de mano. Tras apoyarla contra la pared y maniobrar con cuidado, Cal subió por ella. Viv subió detrás de él, arrastrando el mecanismo de latón. La orca se las apañó para sostener el artilugio en su sitio contra el techo con una sola mano, a pesar de lo mucho que le dolían los músculos por culpa de esa posición tan incómoda y del peso que sostenía por encima de la cabeza.

Cal lo instaló rápidamente con unos tornillos gnomos, y Viv tiró de él para cerciorarse de que no se les iba a caer encima.

La orca acabó sosteniendo al trasgo en el aire para que pudiera introducir las aspas con forma de alas en los cuatro brazos que emergían del barril; gracias a eso, parecía una versión mucho más grande del artilugio que habían adherido al tubo del fogón. Luego ataron la enorme cinta de cuero alrededor del eje del barril de latón y a través de la rueda expuesta en el armazón del tubo del fogón.

—Bueno —dijo Viv—, sigo sin saber cómo funciona esto, pero, que me aspen, quiero verlo en acción.

Cal se rio por lo bajo y echó madera al fogón, que luego encendió.

En un primer momento, no pasó nada, pero a medida que el calor iba en aumento y el ambiente se caldeaba, el cinturón empezó a moverse, muy lentamente al principio. Aunque nunca alcanzó una velocidad especialmente alta, el gran ventilador del techo comenzó a agitar el aire para generar una brisa constante y fría.

—Por los ocho infiernos —dijo Viv.

—Hum —dijo Cal—. Al menos así no te asarás viva hasta que desciendas a ellos, a los infiernos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.