El 45 by Félix Luna

El 45 by Félix Luna

autor:Félix Luna
La lengua: spa
Format: mobi, epub
Tags: Historia, Ensayo
editor: ePubLibre
publicado: 1967-12-31T23:00:00+00:00


IV

LA UNIÓN DEMOCRÁTICA

(noviembre 1945-febrero 1946)

I

Si los partidos políticos hubieran tenido una visión más ajustada de la realidad, se habrían negado a participar en el juego electoral que se abrió con posterioridad a las jornadas de octubre. Razones constitucionales y políticas hubieran podido justificar una abstención electoral: recusar al gobierno como instrumento al servicio de una candidatura y fulminar de nulidad la postulación de Perón, que había sido vicepresidente de la Nación —aunque de hecho— y no podía, por lo tanto, aspirar constitucionalmente a ser elegido para la primera magistratura. Por supuesto que estas recusaciones y objeciones se formularon de manera muy vehemente por la oposición, pero sin llegar a su conclusión lógica, es decir, la negativa a participar en comicios realizados en semejantes condiciones.

Además, si los opositores fueran más objetivos, si no estuvieran cegados por sus propios prejuicios, se habrían dado cuenta de que la carrera de las urnas estaba perdida de antemano para ellos: la movilización popular del 17 y 18 de octubre era un testimonio abrumador y sólo podían no verlo quienes insistían en minimizarlo o calificarlo de maniobra compulsiva y venal. Una formal manifestación anunciando que la oposición no legalizaría las futuras elecciones y que el próximo gobierno constitucional sería considerado una continuación del de facto hubiera podido provocar serios problemas en el oficialismo. El ambiente internacional se había hecho nuevamente muy duro para el gobierno de Farrell y la presencia de Braden en una posición determinante de la política interamericana facilitaba un acercamiento de la Argentina que podía tornar insostenible la situación del régimen de facto o al menos poner la atmósfera en un estado muy revulsivo.

Por supuesto, no se adoptó semejante estrategia. En primer lugar, la oposición estaba compuesta por fracciones heterogéneas, cada una con sus intereses particulares, y no existía un comando único capaz de adoptar una decisión de tal envergadura. Además, la oposición estaba convencida de que bastarían comicios mínimamente libres para triunfar. Sus dirigentes tenían la absoluta seguridad de que la mayoría popular estaba contra Perón: se operaba en ellos un curioso fenómeno de psicología colectiva consistente en borrar de la memoria —a través de un proceso consciente o subconsciente— la evidencia del 17 de octubre. Es notable comprobar que después de las declaraciones que hemos reseñado en torno a esos sucesos, las fuerzas antiperonistas dejaron de ocuparse totalmente de esas jornadas. Diez días después del fenómeno popular más significativo y trascendente de esos años, ya nadie se acordaba de él en el campo opositor. No merecía analizarse. No había existido. La oposición contraponía al amargo recuerdo del 17 de octubre la exaltación del 19 de setiembre, fecha en que se realizó la Marcha de la Constitución y la Libertad, y afirmaba en ese éxito su certeza de que la unidad de las fuerzas democráticas garantizaba una abrumadora victoria electoral.

Existían otras razones para ser optimistas. La virtual candidatura de Perón, aunque contaba indiscutiblemente con la simpatía del gobierno de facto, carecía en absoluto de los medios políticos que debían implementarla: Perón tenía



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.