Desafiante (Escuadrón 4) (Spanish Edition) by Brandon Sanderson

Desafiante (Escuadrón 4) (Spanish Edition) by Brandon Sanderson

autor:Brandon Sanderson [Sanderson, Brandon]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788419260017
editor: Nova
publicado: 2023-11-23T03:00:00+00:00


22

Hesho y yo aparecimos en la cafetería, pero había calculado mal. La cena ya había terminado y encontramos a un grupo de infantería novato limpiando las mesas. Unos pocos se sobresaltaron al verme. La antigua yo habría apreciado la temible reputación que me precedía. Esa noche, el pánico de que se me hubieran escapado mis compañeros fue mucho más potente.

Hesho llegó flotando junto a mi cabeza y volvió su rostro enmascarado hacia mí, con aspecto confuso.

—No es demasiado tarde —dijo—. Mira, tienen raciones para rezagados.

Señaló hacia los sándwiches disponibles para quienes tenían turnos irregulares. Fui y cogí dos, porque me moría de hambre y Hesho también cenaría, pero en realidad no había ido allí por eso. Tenía que encontrar a los demás.

Una parte de mí se daba cuenta de que mi repentino apremio era absurdo. Ya habría más ocasiones de charlar con mis amigos. Pero había reparado en una necesidad creciente, una solución a mi ansiedad, que necesitaba satisfacer. Quería verlos. Chet quería verlos. A los dos nos hacía falta. En ese preciso instante. Y me había perdido la que solía ser una de las ocasiones más…

Un momento. Era jueves.

Le hice una seña a Hesho y me volví hacia el pasillo. No hipersalté, pero sí que apreté el paso hasta casi lanzarme a la carrera en dirección al hangar. Abrí la puerta y dejé escapar un suspiro aliviado. Estaban allí.

El jueves era el día en que nuestro escuadrón tenía turno de mantenimiento en el hangar. Llamarlo «mantenimiento» quizá era exagerar un poco, porque la mayoría del trabajo duro lo llevaban a cabo los equipos de tierra. Eran quienes cambiaban piezas y hacían los diagnósticos detallados. A los pilotos solo nos quedaba la lista de comprobaciones previas cada vez que íbamos a despegar y lo que hacíamos los jueves.

Lavar las naves.

Era más un ritual que un requisito. Ya hacía tiempo que no solíamos volar en atmósfera, y los cazas no se ensuciaban tanto como antes. Pero existía un vínculo entre una piloto y su nave, y participar en su cuidado ayudaba. Así que una vez por semana íbamos al hangar a darles un baño a nuestras naves y sacarles brillo.

Como dictaba la tradición, estaban todos reunidos alrededor de una nave para trabajar juntos en ella. Se habían puesto unos monos de mantenimiento de color verde oscuro, algo empapados ya, y trabajaban en el Poco de Arturo, quitando carbonilla de los costados cerca de los propulsores, frotando los paneles blancos hasta sacarles brillo y dejando la cubierta bien frotada.

En el instante en que irrumpí en el hangar, Kimmalyn se volvió, sonrió y me saludó con la mano. Avancé, titubeante. Sabía que no debería sentirme incómoda por unirme a ellos de nuevo. Había ayudado a forjar ese equipo. Pero las cosas estaban raras desde que había vuelto, con mi alma intentando salir arrancada de mi cuerpo y mis poderes desmadrándose y…

¡Flap!

Una toalla mojada me dio en la cara mientras Nedd pasaba al trote. Se separó de mi piel y cayó a mis manos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.