Algún día te lo cuento by Ralph Barby

Algún día te lo cuento by Ralph Barby

autor:Ralph Barby
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Aventuras, Novela
publicado: 2017-11-02T23:00:00+00:00


CAPITULO VII

—¿Qué sucederte, Ed?

Star, al otro lado de la mesa del restaurante, interrogó a Ed Shakery que estaba sentado frente a ella.

—No puede decirse que seas más bella ahora que antes de llegar a Flagstaff, pero hay que admitir que has cambiado mucho. Estás maravillosa.

—Tú también cambiar, ser diferente.

El hombre extendió su mano por encima de la mesa y cogió la femenina, que no se retrajo, sino que se dejó apresar. Star tenía una total confianza en Shakery.

—No hemos cambiado, somos los mismos, y es hora ya de que hablemos de ti.

—¿Hablar de mí? —preguntó Star cuando la camarera del restaurante procedía a servirles un guisado de carne.

Ed aguardó a que se alejara e hizo una seña a Star para que intentara utilizar los cubiertos y no tomara la carne con las manos.

—Sí, debes de recordar algo de tu familia.

—No recordar nada —repuso ella, observando el tenedor y el cuchillo con gesto preocupado, no sabiendo cómo tomarlos.

Ed se le adelantó con movimientos parsimoniosos y claros para que ella pudiera verlos e imitarle. Así lo hizo la muchacha, demostrando que sus manos eran hábiles.

—Yo estoy huyendo, puede que me maten de un tiro, que me lleven ante un piquete de ejecución o me suban a lo alto de un patíbulo para luego dejarme caer cogido por el cuello.

—No decir cosas que no querer que suceder.

—No quiero que sucedan, es cierto, pero estoy expuesto a ello y no deseo que te veas involucrada en este problema.

—No comprender bien tú decir, pero yo pensar que tú querer nada malo sucederme.

—Eso es. Si huyes conmigo, pueden considerarte también una fugitiva, es posible que así lo declaren el cabo y el sanitario cuando dejamos al sargento muerto. Me gustaría dejarte en manos responsables por si me ocurre algo.

—Yo no tener nadie, sólo estar tú. Yo ya no querer ser squaw india, familia morir. Sólo conocer a ti.

—Pues eso agrava los problemas. Yo estoy harto de huir, no sé cómo va a terminar todo. Tengo dudas, no me fío demasiado de la justicia que se me vaya a aplicar. El mayor Danielson tiene más influencia que yo y, además, sigue la política del general Sheridan y éste, en un juicio público, le apoyaría. La verdad, Star, estoy confuso. Por otra parte deseo vivir. Tengo la conciencia tranquila, ante mis propios ojos mi honor está a salvo, pero ante los demás soy un asesino, un cobarde, y no sé si merece la pena morir para que los demás modifiquen su opinión con respecto a mí. Se trata de mi vida frente a lo que pueda pensar el prójimo. En fin —suspiró—, debo de estar embrollándote, ¿verdad?

—No entender todo, pero pensar que tú ser noble, muy noble. Poder ser gran guerrero azul si guerreros azules ser nobles.

—Todos no son nobles, pero hay mayoría que sí. Lo malo es que los locos, los ambiciosos, los sádicos y racistas, se hacen notar más que los que cumplen con su deber.

—Entre guerreros navajos luchar hasta dar vida si dudar de su valor y nobleza.



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