¿Es broma? by Tamara Kruger

¿Es broma? by Tamara Kruger

autor:Tamara Kruger
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2016-05-24T22:00:00+00:00


Después de una botella de espumante, Amanda terminó de narrar los hechos ocurridos esa noche y las dos contemplaban en silencio el dibujo que había realizado Diego en su dormitorio.

—Amanda, te ves hermosa, estoy conmovida y te juro que en mi vida pocas cosas me impactan.

—No entiendo por qué tengo tan mala suerte. Iba todo genial, pensé que al fin era mi momento y todo se vino abajo.

—Te apoyo en ese punto, cuando conozca a alguien le pediré hasta el papel de antecedentes.

—Sí, hay que hacer una especie de entrevista. ¿Tienes una hermana que me haya jodido la vida? Si la respuesta es afirmativa, next.

—O mejor, ¿usted se comporta como un imbécil cuando tiene problemas? Next.—Camila rió fuertemente―. ¿Y ahora qué piensas hacer con Diego?

—Que se vaya a la mierda, no me interesa, que se quede con su inestable hermana, son cortados por la misma tijera.

—Sería mejor que hablaras con él.

—No me quiso escuchar y no le voy a rogar. —Amanda exhaló, ya de la rabia comenzó a pasar a la pena. Sintió presión en el pecho y las lágrimas comenzaron a rodar.

—Amanda, no llores, las cosas se pueden solucionar. —Camila se acercó y la abrazó.

—Es que ya es mucho, en menos de veinticuatro horas he pasado por todos los estados emocionales, deberían incluirme en los Récord Guinness.

—Ya, tranquila, respira. —Camila se paró y trajo otra botella.

—¿Dónde quedó tu filosofía de enfrentar los problemas y no borrarlos?

—No es para ti, es para mí, te juro que ya colapsé con tanta información.

—Creo que en mi vida estoy destinada a una sola noche —susurró Amanda después de su segunda botella de espumante acostada sobre la alfombra—. Una noche con un hombre y yo, la estúpida, me enamoro.

—¿Estás enamorada de Diego? —Camila se incorporó sobre su codo.

—¿Eso dije? —sus palabras se atropellaron al salir. El alcohol recorrió su organismo—. Escuchaste mal, dije estropear.

—Amanda, siempre tan exagerada, estuviste solo una noche con él, ¿Cómo te vas a enamorar?

—Camila, ¿eres mi amiga o no?

—Pues claro que soy tu amiga.

—Entonces no me convenzas de que estoy enamorada.

—Amanda, yo no dije eso, estás ebria.

—Ah, por cierto, le devolveré su regalo por el culo. —Amanda levantó su brazo moviendo el brazalete.

—¿Me estás fastidiando? ¿Te regaló eso? —Camila tomó la muñeca de Amanda contemplando la joya—. Esto tiene dos explicaciones, una es que está interesado en ti y la otra, que te quería meter en su cama.

—¿A quién quieren meter en una cama? —la voz de Martín se escuchó desde la puerta de entrada.

—A Amanda —gritó Camila.

—Qué suerte, Amanda —Martín se mofó, desde el pasillo—. ¿Por eso están tan borrachas el mediodía del domingo?

—Estoy segura que querrás un trago después que te cuente a quién vi anoche —mencionó Amanda.

—Creo que después, ahora voy a dormir —Martín caminó por el pasillo.

—Bueno, después te cuento cómo vi a Daniela Echeverría —Amanda gritó.

—Daniela siempre está igual. —Martín entró a su pieza y cerró la puerta.

—¿Cuánto crees que se demorará en volver? —Amanda se sentó perdiendo el equilibrio.

—Cinco segundos —Camila se levantó y fue por otra botella.



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