Vidas opuestas by Catherine George

Vidas opuestas by Catherine George

autor:Catherine George
La lengua: spa
Format: epub
editor: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
publicado: 2017-09-12T12:28:43+00:00


Capítulo 8

A LA MAÑANA siguiente, el teléfono sonó en la cocina de Nat mientras Emily terminaba de limpiar. Siguió fregando el suelo cuando saltó el contestador, pero el mensaje llamó su atención de inmediato.

–Nat, soy Louise Powell. No tengo el teléfono de tu despacho ni el de tu móvil, pero he pensado que deberías saber que Thea está enferma…

Emily descolgó de inmediato.

–¿Louise? Soy Emily Warner. ¿Qué sucede? ¿Puedo ayudar?

–¿Emily? –dijo Louise, sorprendida, pero demasiado preocupada como para ponerse a hacer preguntas–. ¿Puedes ponerte en contacto con Nat? Thea acaba de desmayarse en el suelo de la cocina. Ahora está en la cama, pero tiene muy mal aspecto.

–¿Has llamado a su madre?

–Está fuera, en un crucero. He llamado al médico y esta tarde podré ocuparme de recoger a Tom y a Lucy cuando vaya a por mis hijos. Yo estoy encantada de ayudar, pero si tú pudieras localizar a Nat te lo agradecería enormemente.

–Ahora mismo lo llamo –aseguró Emily–. No te preocupes, Louise. Lo encontraré. Dame tu teléfono para que pueda mantenerte al tanto de lo que pasa.

En cuanto colgó marcó el número del móvil de Nat, pero no lo tenía encendido. Cuando llamó a su despacho y le dijeron que estaba asistiendo a una reunión importante, pidió que la pusieran con Liz Donaldson.

–De acuerdo –dijo Liz en cuanto Emily le explicó lo que pasaba–. Yo me ocupo de sacar a Nat de la reunión de inmediato. Esta es la oportunidad que necesita. Puede acudir junto a la cama de Thea como un caballero de brillante armadura. Perfecto. No te preocupes, Emily. En cuanto lo saque le diré que te llame.

–No sabes cuánto te lo agradezco, Liz.

Emily subió rápidamente a su habitación. Unos segundos después sonaba el teléfono. Era Nat.

–¿Emily? ¿Qué sucede? ¿Está Thea en el hospital?

–No, está en casa –Emily le contó lo que sabía, le dio el teléfono de Louise y le dijo que esta iba a ocuparse de recoger a Tom y a Lucy después del colegio.

–Bien –dijo Nat, tenso–. Me iré directamente desde aquí en cuanto hable con Louise. Muchas gracias, Emily. Te llamaré esta noche para mantenerte informada.

Emily lanzó una mirada iracunda a la luz roja que no había dejado de parpadear en su contestador mientras hablaba con Nat. La vida era mucho más sencilla antes de instalar aquella máquina a causa de la insistencia de sus padres. Negándose a dejarse presionar, se preparó una taza de café antes de escuchar el mensaje.

–No has llamado para preguntar qué tal estoy –dijo una voz ronca en tono ofendido–. He pasado una noche muy inquieta sin ti. Te echo de menos.

Emily alargó una mano para llamar a Lucas, pero cambió de opinión. Iba a verlo al día siguiente. Lucas podía esperar hasta entonces. O, más bien, ella podía esperar. Se las arreglaría de algún modo.

Tras terminar su sesión de limpieza, y después de comer, Emily abrió su ordenador y se puso a trabajar. Respiró profundamente y se lanzó a describir la escena de amor que tenía entre manos,



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.