Una dama decidida by Marta Bezares

Una dama decidida by Marta Bezares

autor:Marta Bezares [Bezares, Marta]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-02-10T00:00:00+00:00


* * *

—Será mejor que vayamos ya a descansar.

Drew se levantó y ofreció su mano a Enit, que la aceptó. Alice se percató de que, una vez que ya había ayudado a su esposa a levantarse, él no le soltó la mano y se dirigieron juntos a su tienda. Con una sonrisa, lanzó un suspiro.

—Deberíamos acostarnos ya todos.

Alice no respondió al comentario de Troy. Se limitó a colocar su manta para tumbarse sobre ella. Sin embargo, cuando sintió que Troy también se tumbaba, se incorporó y se giró hacia él.

—¿Qué se supone que estás haciendo?

—¿A qué te refieres? —la sorpresa de Troy parecía genuina—. Me estoy preparando para dormir.

—Eso ya lo veo, no soy estúpida. Lo que no entiendo es por qué no te vas a otro lado. ¿Por qué tiene que ser justo aquí?

—Alguien tiene que protegerte.

—Y este campamento está lleno de hombres muy capaces de hacerlo. De hecho, ayer dormí perfectamente y tú no estabas cerca.

—Tu cara por la mañana no corroboraba tu afirmación.

Alice sintió como si la hubiera abofeteado.

—No sabes cómo lamento que mi aspecto esta mañana no haya sido de tu agrado.

Troy lanzó un suspiro de cansancio.

—Sabes que no quería decir eso, simplemente me preocupa que no hayas podido descansar bien por haber dormido al raso. Quería que te sintieras segura.

—No me molesta dormir al raso, nunca me ha molestado. Tampoco me dan miedo los sonidos nocturnos, sé que hay hombres de guardia toda la noche y las hogueras se quedan encendidas. Y puede que mi dificultad para dormir esté precisamente acostada a un par de metros de mí.

—¿Yo? ¿Yo te impido dormir? Si ayer ni siquiera me acerqué.

—Me molestaste antes de acostarnos. ¿Acaso creías que dormiría bien después de nuestra discusión?

—No discutimos. Simplemente intenté acercarme a ti para eliminar cualquier incomodidad que pudiera surgir entre nosotros.

—Puedes llamarlo como quieras, para mí, si dos personas no se ponen de acuerdo en lo que quieren, es una discusión. De hecho, no he conseguido lo que te pedí ayer porque estás aquí, cerca de mí, preparándote para acostarte.

—Mira, Alice, lamento mucho que mi sola presencia te perturbe hasta el punto de quitarte el sueño, pero vas a tener que acostumbrarte porque, a partir de ahora, me aseguraré personalmente de tu bienestar. Se lo debo a mi amistad con tu hermano.

—¿Estabas respetando esa amistad cuando me tomaste para luego abandonarme por otra?

A pesar de que quiso que su voz sonara cortante, Troy pudo percibir el dolor que había en el fondo de esas palabras.

—Alice…

Ella se giró y se tumbó, dándole la espalda.

—Duerme donde quieras, pero deja de hablarme de una vez.

Troy observó su espalda durante un rato. Estaba completamente rígida y probablemente se mantuviera así toda la noche si él no se alejaba. Con una sonrisa, movió un poco su manta para acercarla aún más a ella. Si su cercanía no dejaba dormir a la joven, no era culpa suya, ¿verdad?



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.