Un caso tenebroso by Honoré de Balzac

Un caso tenebroso by Honoré de Balzac

autor:Honoré de Balzac [Balzac, Honoré de]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 1841-01-01T00:00:00+00:00


14. Las circunstancias del caso

Michu, que vendió inmediatamente sus tierras a Beauvisage, el granjero de Bellache, no pudo cobrar hasta veinte días después. Al cabo de un mes, por tanto, de la visita del marqués de Chargebœuf. Laurence, que había revelado a sus primos la existencia de su fortuna, les propuso ir a mediados de Cuaresma a retirar el millón enterrado en el bosque. La gran cantidad de nieve caída había impedido hasta entonces a Michu ir a por el tesoro; pero prefería llevar a cabo esta operación acompañado de sus amos. Michu estaba completamente dispuesto a dejar el país, se temía a sí mismo.

—Malin acaba de llegar de improviso a Gondreville, sin que se sepa el porqué —dijo a la condesa—, y yo no podría resistir a la tentación de hacer poner a la venta Gondreville como consecuencia del fallecimiento de su propietario. ¡Me creo casi culpable por no seguir mis inspiraciones!

—Pero ¿por qué razón habrá podido dejar París ahora, en pleno invierno?

—Es la comidilla de todo Arcis —respondió Michu—. Ha dejado a su familia en París y ha venido únicamente acompañado de su ayuda de cámara. El señor Grévin, notario de Arcis, la señora Marion, mujer del recaudador general del Aube y cuñada del Marion que ha prestado el nombre a Malin para la compra de Gondreville, le acompañan.

Laurence consideró mediados de Cuaresma como un día excelente, porque le permitía librarse del personal de servicio. Las máscaras atraían a los campesinos a la ciudad y nadie se quedaba en los campos. Pero la elección del día sirvió precisamente a la fatalidad que se comprueba en muchas acciones criminales. El azar hizo sus cálculos con tanta habilidad como la señorita de Cinq-Cygne hizo los suyos. La inquietud de los señores de Hauteserre, al saberse dueños de un millón cien mil francos en oro en un castillo situado tan cerca del bosque, debía de ser tan grande, que sus dos hijos, a quienes se consultó, fueron también del parecer de no decirles nada. De suerte que quienes estuvieron en el secreto de esta expedición fueron Gothard, Michu, los cuatro gentilhombres y Laurence. Tras muchos cálculos, pareció posible meter cuarenta y ocho mil francos en un largo saco sobre la grupa de cada caballo. Serían suficientes tres viajes. Por prudencia, se convino en mandar a Troyes a todos los criados cuya curiosidad podía resultar peligrosa para asistir a los festejos del jueves de la tercera semana de Cuaresma. Catherine, Marthe y Durieu, con quienes se podía contar, se quedarían para guardar el castillo. Los criados aceptaron de buen grado la libertad que se les concedía, y ellos partieron antes del alba. Gothard, ayudado por Michu, almohazó y ensilló los caballos temprano. La caravana tomó por los jardines de Cinq-Cygne y, desde allí, amos y servidores ganaron el bosque. En el mismo momento en que montaron a caballo, ya que la puerta del parque era tan baja que recorrieron el parque a pie, sujetando a los animales por la brida, acertó a pasar el viejo Beauvisage, el granjero de Bellache.



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