Pasion Verdadera by Jane Porter

Pasion Verdadera by Jane Porter

autor:Jane Porter
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico
publicado: 2003-08-09T22:00:00+00:00


Capítulo 7

—O sea, que por fin te has dado cuenta —gruñó él con la mandíbula alzada y los ojos brillantes, furioso.

—Sí, me he dado cuenta. Me he dado cuenta de que siempre lo quieres todo, de que nunca te conformas con un poco.

—¿Y qué tiene eso de malo?

—No es... práctico.

—¿Práctico?

—Sí. No es realista. Nadie puede tenerlo absolutamente todo.

—Tonterías. Hace años que limitas tu potencial. Siempre has tenido miedo de pedirle demasiado a la vida por temor a la decepción, así que decidiste conformarte con poco y empezaste a cometer errores como, por ejemplo, el matrimonio con Clive.

—Ése es el comentario más arrogante, engreído y pedante que he escuchado jamás.

—Pero es cierto. Y déjame que añada algo más. Hace mucho tiempo tuviste miedo y recurriste a ese truco tan tuyo que consiste en enterrar la cabeza en la arena, como un avestruz. Y así es como has estado viviendo durante los últimos diez años, sin usar la cabeza para preguntarte por qué te sentías tan sola, tan vacía, tan infeliz...

—¡No soy infeliz! —se defendió Sophie, iracunda.

—Bueno, eres libre de pensar lo que quieras, cariño, pero no te quejes cuando te des cuenta de que la vida ha pasado de largo, dejándote de lado.

—Eso no va a suceder.

El soltó una carcajada y estuvo riéndose un buen rato mientras Sophie, colérica y mortificada, agarraba la rama de un árbol.

—Para de reírte —dijo, amenazándolo con el palo—, para o...

—¿O qué, miedosa avestruz?

«¿Miedosa avestruz?». Nadie la había insultado nunca de una forma tan humillante. Lon iba a pagar por ello. Sophie se lanzó a la carrera y le clavó el palo entre las costillas antes de que él pudiera inmovilizarla.

—La primera lección de supervivencia, Johnson...

—¡Me llamo Wilkins!

—... consiste en no sobreestimar tus fuerzas —prosiguió él arrancándole el palo de las manos—. La segunda... —añadió, balanceando el arma por detrás de las piernas de ella para asestarle un golpe por encima de los talones que la hizo caer de espaldas—, es ésta...

—¡Eh! —se quejó Sophie.

—... y la tercera —anunció Lon, impertérrito, plantando el palo sobre el esternón de la mujer caída, entre los pechos—, ésta.

Sophie jadeó tratando de recobrar el aliento.

—¡Quítame de encima ese maldito palo!

—La vida te dio de lado hace ya mucho tiempo, Sophie Johnson. Si no fuera así no habrías viajado a Brasil al cabo de dos años para investigar las actividades de tu difunto marido.

—Lo hago porque me interesa.

—Tonterías. Lo haces porque no tienes ni la menor idea de quién era tu marido. Nunca lo amaste. Te casaste con él para poder enterrar la cabeza y olvidarte de mí —afirmó él soltando el palo—. Vayámonos, ya te he dicho lo que necesitaba decirte.

Ella gruñó, dolorida, mientras se ponía en pie, pensando con disgusto que a ese hombre le gustaba disfrutar del poder. Y no sólo la había dominado físicamente, sino que la había insultado y humillado. Estaba furiosa y, aunque no le quedaba más remedio que seguirlo colina abajo, se juró que antes o después le demostraría que estaba muy equivocado sobre ella.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.