A merced del griego by Cathy Williams

autor:Cathy Williams
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2006-12-08T23:00:00+00:00

Capítulo 6

HEATHER trató de olvidar las dudas que sentía desde que había ido de compras con Beth, pero, con Litsa a punto de irse, no pudo evitar que afloraran.

Theo había tratado de convencer a su madre para que se quedara unos días más en Londres, pero, como la mayoría de las personas mayores, Litsa echaba de menos la familiaridad de su entorno habitual.

Theo había organizado las cosas para que alguien fuera a ocuparse a diario de su madre, pero seguía preocupado. Heather quiso reconfortarlo tomándolo de la mano, pero no sabía cómo reaccionaría ante su gesto… lo que resultaba muy revelador. Aquél era otro indicio de sus dudas, pero logró aplacarlas mientras Theo ayudaba a su madre a salir del coche en el aeropuerto. Dedicó una resplandeciente sonrisa a Litsa, satisfecha de que tuviera mucho mejor aspecto que unas semanas atrás.

El abrazo que se dieron fue sinceramente cálido.

—Cuida de mi hijo por mí —murmuró Litsa, y la mirada de Heather voló hacia Theo, que las estaba observando con expresión divertida.

—Creo que puedes confiar en que soy capaz de cuidar de mí mismo, mamá.

—Todo hombre necesita una mujer —dijo Litsa en un tono que no admitía discusión—. Puede que él no sé dé cuenta, pero así es. Y me alegra que tú también hayas encontrado a alguien, hija —añadió, satisfecha.

Heather observó atentamente a Theo para ver cómo le habían afectado las palabras de su madre, pero su expresión era impenetrable.

—Te llamaré a diario, mamá, y no se te ocurra mentirme respecto a cómo te encuentras porque también pienso hablar con la enfermera que he contratado, y con mis tíos.

—¡Vas a espiarme como si no fuera capaz de cuidar de mí misma! —protestó Litsa mientras su hijo la ayudaba a subir al avión. Dedicó una última mirada a Heather y ambas compartieron un momento de diversión a costa del tono autoritario de Theo—. ¿Cuándo volveré a veros? —añadió Litsa.

Heather contuvo el aliento. La respuesta de Theo podía darle alguna pista de lo que estaba pasando por su cabeza.

—Será mejor que te tomes las cosas con calma —murmuró Theo—. Tienes que recuperarte del todo antes de empezar con tus invitaciones.

Cuando, unos minutos después, el avión despegó, Heather sintió que sus nervios aumentaban.

La madre de Theo se había ido y sospechaba que no iba a tardar en averiguar cuáles eran los planes de éste para su relación.

—Espero que tu madre se encuentre bien en Grecia —dijo para romper el sofocante silencio mientras se alejaban en coche desde el aeropuerto.

—¿Y por qué no iba a encontrarse bien? —preguntó Theo con el ceño fruncido—. La van a recibir mis tíos y la enfermera que he contratado para que la cuide, y no necesitará mover un dedo para hacer nada.

—Supongo que echará de menos tenerte cerca.

—Mi madre entiende que trabajo aquí y que tengo muchas dificultades para irme.

Heather se mordió el labio inferior y trató de pensar en algo desenfadado qué decir. Era una locura que hubiera alcanzado aquel grado de intimidad con Theo y que sin embargo…

El silencio entre ellos resultaba ensordecedor.

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