No me importa pecar by Patricia Geller

No me importa pecar by Patricia Geller

autor:Patricia Geller
La lengua: spa
Format: epub
editor: Zafiro eBooks
publicado: 2022-11-07T15:59:05+00:00


* * *

—Adriana... —me susurra al oído. Lo busco, apenas hay luz. Lo encuentro tumbado a mi lado, inclinado hacia mí. El corazón me da un vuelco. No sé si está enfadado o triste—. ¿Por qué has llorado?

Me acaricia la mejilla, supongo que borrando el rastro de mis ya secas lágrimas.

—Me he ido de casa tras una bronca con mi padre; además, Anna me mentía sobre las pruebas médicas de papá, y contigo... —No sé ni por dónde empezar. Gael me ciñe a su cuerpo y leo la culpabilidad en su rostro—. Estoy cansada de que me cuestionen y me juzguen. Me supera el hecho de que la mayoría de la gente opine, como si lo que siento por ti fuese un maldito pecado.

—Lo que sientes por mí —repite y la vena del cuello se le acentúa más.

—No me importa pecar es mi forma de decirte que eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo; que no me importa nada ni nadie, que me he enamorado de ti perdidamente... —me declaro con un hilo de voz—, que pienso luchar por esto... Porque lo quiero todo contigo, Gael. Te quiero a ti.

—Adriana... —me advierte, desencajado.

—No, no me sermonees tú también de la locura que supone esto, porque lo sé, pero no he podido evitarlo. Me has preguntado muchas veces por qué tiemblo a tu lado, hoy mismo has advertido que mi mirada es diferente... Ya conoces el motivo.

—No sabes lo que dices.

—Nunca he tenido nada tan claro —musito con dolor al ser consciente de que no me corresponde de la misma manera—. Lo siento, siento haber sido tan torpe.

—No te disculpes por confundir tus sentimientos.

—¿Qué parte de «estoy enamorada de ti» no has entendido? —replico con rabia—. Sé que no es correspondido, pero no puedo cambiar lo que...

—No he querido decir eso —masculla y me acuna la cara; hay desesperación y frustración en él—. A tu edad es fácil mezclar sentimientos.

—¿Por qué cuesta tanto entender que mi vida era una mierda hasta que tú apareciste en ella? —planteo, dolida—. Tú has llenado cada vacío, me has hecho sentir querida, mimada, adorada, deseada y comprendida. Soy feliz cuando estoy contigo y, cuando no puedo verte, me asfixio. ¿Dónde está la confusión, Gael?

Se muerde el labio inferior muy fuerte, no soporta que le hable de amor...

—Estás arriesgando demasiado y yo no puedo ofrecerte mucho más que esto —musita con un mohín amargo—. Vernos a escondidas, encerrados.

—¿Es solo sexo y atracción para ti? —pregunto sin rodeos—. Respóndeme.

—Por supuesto que no, pero mis sentimientos no están al mismo nivel que los tuyos. —Se apoya en mi frente, cierra los ojos y suspira. Me contengo para no besarlo—. Pero te has convertido en alguien muy importante para mí. Te necesito, Adriana, egoístamente necesito tenerte y me duele no estar a la altura.

Me quedo en silencio. No pretenderlo convencerlo y entiendo que le asuste ir más allá, que no crea en el amor, no con lo que ha vivido. No pienso presionarlo, es obvio que siente por mí mucho más de lo que quiere asumir y no lo culpo.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.