Mister Knightsbridge by Louise Bay

autor:Louise Bay
La lengua: spa
Format: epub
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editor: Ediciones Pàmies
publicado: 2021-08-30T00:00:00+00:00

17

Dexter

No discutía con las mujeres. No poseía energía ni voluntad para ello. Nunca me había importado ninguna lo suficiente.

Hollie era diferente.

—¿Todo va bien? —pregunté mientras la seguía a la cocina, donde quería comprobar que no se había dejado nada encendido. Quería ser la mejor versión de mí mismo para ella. Y no me gustaba la idea de que creyera que nunca llegaría a ser el tipo de mujer que llevaba una bufanda de Hermès. Había muchas mujeres que no tenían ni la mitad de su corazón ni de su alma que llevaban Hermès de la cabeza a los pies.

Había sido una noche confusa, pero no habría querido estar en ningún otro lugar. La última vez que me había peleado con una mujer tuvo que ser la última vez que discutí con Bridget. En un par de ocasiones me habían tirado los trastos a la cabeza, pero yo no había estado comprometido en la pelea. Otras mujeres habían dejado de hablarme, y me había limitado a ignorar el asunto. No las engatusé para que hablaran ni les dije que no quería que se fueran. No había pretendido ser cruel, solo me había parecido mejor que se tomaran su tiempo para calmarse. Y si en verdad estaban tan cabreadas que no querían volver a verme, bueno, vivíamos en un país libre. Era su elección.

—Sí, todo va bien —respondió, mirándome por encima del hombro desde donde estaba, junto a la vitrocerámica.

—Entonces, ¿puedo besarte? —insistí. Necesitaba saber que todo estaba bien, no solo oírselo decir.

No quería perderla.

Esa certeza me golpeó como un tronco en la frente: esa mujer me gustaba. Me gustaba de verdad. Me gustaba más de lo que me había gustado ninguna mujer.

Salvo Bridget, por supuesto. Aunque había pasado mucho tiempo desde que habíamos estado juntos, mucho tiempo desde que me había enamorado de ella, y, aunque siempre la amaría, no estaba seguro de seguir de verdad enamorado de ella. No estaba seguro de que fuera posible seguir amando a una mujer a la que llevaba quince años sin ver.

Tampoco era que estuviera enamorado de Hollie. Solo me gustaba más de lo que me había gustado otra chica en mucho tiempo. No lo había buscado; de hecho, no había buscado nada. Solo había pensado que era preciosa desde el momento en que la vi. Y quería hacerla reír, invitarla a cenar, dormir con ella. Pero también había sentido muchas de esas cosas por otras mujeres con las que había estado desde que metí la pata con Bridget. Así que había algo diferente en Hollie desde el principio, aunque no había notado ningún movimiento sísmico de placas tectónicas bajo mis pies hasta esa noche. Hasta que me di cuenta de que no quería que se fuera, de que la echaría de menos si se iba. De que quería que habláramos de por qué le molestaba que le hubiera regalado la bufanda, porque no quería que se enfadara, pero sobre todo porque quería conocerla mejor. Quería saber cómo calmarla, cómo evitar que se enfadara la próxima vez.

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