Los Plantagenets (2004) by Favier Jean

autor:Favier, Jean [Favier, Jean]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

LA MONEDA

En todo Occidente, la moneda de plata seguía reinando sola. En el continente, fue el denario heredado de las reformas monetarias de Carlomagno -pero debilitado a lo largo de los siglos- y, en Inglaterra, fue la especie que se acuñó abundantemente durante el siglo X y que entonces ocupó el lugar de los denarios continentales en la circulación. Incluso en Inglaterra, donde la economía seguía siendo predominantemente rural en el siglo XII, la generalización del uso de la moneda se había logrado en gran medida. En dinero se pagaban los impuestos reales, se estipulaban los arrendamientos y se pagaban las fincas, las suscripciones del pueblo llano y se fijaban las obligaciones del derecho feudal.

Los yacimientos de galena del Poitou, que contienen plata, han hecho de él, y especialmente de la veintena de minas situadas en torno a Melle, el principal centro productor de plata de todo Occidente desde la Alta Edad Media, ciertamente desde la época merovingia. Los análisis químicos realizados en el siglo XX muestran que el metal de Melle está presente en todas las monedas emitidas hasta el siglo XII por los talleres de Francia e incluso de las regiones vecinas. Aunque la mayor parte de los demás recursos localizados en Francia están, en el este y en el sur, fuera de los dominios de los Plantagenet, los yacimientos de plomo o de cobre argentífero se explotan -la mayoría de las veces con escasos resultados- en el Maine de Rouez, En Rouergue, en Orzals y en Bouco-Payrol. Los recursos complementarios, aunque no despreciables, proporcionados por los yacimientos de Inglaterra, Escocia y Bretaña contribuyeron a hacer del Imperio Plantagenet uno de los principales proveedores de metales preciosos de toda la acuñación occidental.

Esta abundancia de metal acuñable, que facilitó la actividad de los talleres monetarios, y en particular de los talleres insulares, debe ponerse en relación con la inflación que se produjo en la isla entre 1180 y 1220. Una consecuencia notable de la afluencia de metal acuñable fue que este aumento de las cantidades de dinero producidas por los talleres ingleses y la inflación resultante no se acompañó de una reducción del peso o del título de este dinero, que es el corolario habitual de la inflación. No se trata, como en otras partes y en particular en Francia, de recortar el dinero, o de ennegrecer la aleación para hacer frente al desarrollo del comercio y a la multiplicación de los pagos en efectivo -lo que es significativo en todo el siglo XI- con un stock de dinero que no crece en proporción. La devaluación se produce en Poitou hacia 1050, en Bretaña y Anjou después de 1080, en Normandía y en Toulousain hacia 1100.

No fue hasta el siglo XIII cuando, al agotarse los filones de Poitiers y al reducirse la cantidad de metal precioso en circulación en Europa debido a las exportaciones especulativas a Oriente, resultó más rentable explotar los yacimientos que ya se conocían tres siglos antes en Europa central, especialmente en Sajonia, donde las minas de Freiberg, cerca de Meissen, ya eran muy activas desde la década de 1160.

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