Breve historia de los conquistadores by José María González Ochoa

Breve historia de los conquistadores by José María González Ochoa

autor:José María González Ochoa [González Ochoa, José María]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2014-03-01T05:00:00+00:00


La gran decepción de la Sierra de la Plata

Cuando los desafueros de Irala llegaron a conocerse en Perú, la Audiencia de Charcas, de la que dependía la gobernación del Río de la Plata, destituyó al gobernador y entregó el cargo a Diego Centeno. Pero este murió envenenado antes de asumir su puesto. Se sospecha que la mano de Irala no anduvo lejos del crimen, o el propio Nuflo Chaves que ambicionaba también la gobernación. Esta situación de confusión e intrigas era la idónea para un personaje como Irala: aprovechando el caos, hizo estallar en Asunción el motín de los Comuneros, que sirvió para que él recobrase el poder haciéndose nombrar teniente de gobernador. Inició así un período de gobierno despótico, persiguiendo a todos aquellos que se le opusieron. En noviembre de 1547, Irala dirigió una nueva expedición en busca de la sierra legendaria. Después de semanas de navegación por el río, abandonaron los bergantines en el fuerte San Fernando y penetraron en el Chaco. Las durísimas marchas bajo el sol y sin agua, la crueldad de Irala con las tribus indias que les salían al paso y el desprecio por sus hombres caracterizaron unas jornadas terribles. Finalmente llegaron a Bolivia, al nacimiento del río Pilcomayo. Al toparse con indios que hablaban castellano, comprendió que estaba cerca de Charcas y que el Cerro Rico de Potosí era con toda probabilidad la mítica sierra argentífera que tanto le había obsesionado. El enorme esfuerzo de la expedición acabó en frustración. La Sierra de la Plata era el la rica montaña de Potosí, ya explotada, y estaba en territorio bajo jurisdicción de la Audiencia de Charcas y del virrey de Lima. Lo mejor era regresar.

A su llegada a Asunción, Irala se encontró con que sus propios partidarios, hartos de sus arbitrariedades, habían matado a su hombre de confianza, Francisco de Mendoza, y lo habían depuesto a él como gobernador. Se abría de nuevo un tiempo proceloso en la región en la que se mezclaron diversas conjuras políticas con el anuncio de tres nuevos gobernadores nombrados en España y que nunca llegaron: Juan de Sanabria, su hijo Diego de Sanabria y Alanís de Paz.

La confusión servía a los propósitos de Irala. Con la indefinición sobre el cargo y aprovechando el aislamiento de la región, mientras se decidía un nuevo gobernador, se dedicó a colonizar y conquistar la región de Guairá (hoy Brasil). Sometiendo y exterminando a muchas poblaciones de indios guaraníes, logró dominar un vasto territorio. Estos éxitos bien publicitados en España, más el aumento de la anarquía administrativa en la región del Plata, propiciaron que el Consejo de Indias optase por la vía más pragmática y sencilla: en 1554 Martínez de Irala fue rehabilitado como gobernador, pues era el caudillo más respetado, el que más tropas a su servicio tenía y, al fin y a la postre, quien más territorios había conquistado para la Corona. Ya como gobernador, asentó la colonización de la región de Guairá y de la ciudad de Ontiveros, fundada unos años antes.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.