Aprender a comer. El método Ravenna by Máximo Ravenna

autor:Máximo Ravenna [Ravenna, Máximo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Salud y bienestar
editor: ePubLibre
publicado: 2009-06-01T00:00:00+00:00

Este es un claro ejemplo de cómo podemos avanzar todos juntos en el camino de la adicción, el autoengaño y la codependencia.

Ahora, bien, ¿qué sucede con el codependiente cuando la adicción se frena? Uno de los grandes desafíos que debe enfrentar el paciente cuando adelgaza es el vacío que se origina cuando llega el final de la dieta. Es decir, una vez que el paciente llegó a su peso, no sabe como sostener un diálogo con su entorno o no sabe de qué hablar… porque se le vació la boca. Desapareció el espacio ocupado por el vinculo. La víctima pasó a ser una persona común y a tener menos elementos para generar el intercambio que antes había tenido y que estaba basado en la enfermedad. Esos son los beneficios secundarios de la enfermedad.

Otro ejemplo, es cuando un padre deja de trabajar porque el hijo se enferma, y como antes no le prestaba la debida atención, utiliza la enfermedad del hijo como un factor curativo de la enfermedad familiar.

El extremo de la codependencia se da en el caso de las parejas simbióticas o las parejas antagónicas: cuando uno sube de peso, el otro baja y viceversa. O las parejas que juegan a algo peligroso; el tobogán (cuando uno sube, el otro sube y se caen juntos). O las parejas que no van para arriba ni para abajo, las «parejas en hamaca».

También hay relaciones simbióticas entre madre e hijo, muy viscerales, edípicas, donde no hay separación o distancia. Podríamos decir que no se ha cortado el cordón umbilical, es decir, el cordón que me ata a la comida en exceso, que no me permite crecer si no lo corto, que no me permite tomar la distancia que necesito para tener claridad.

¿En qué momento aparece el peso de la codependencia, o sea del codependiente, en el discurso de quien está en tratamiento para adelgazar? No depende de la personalidad, aparece en general y depende de la actividad terapéutica y de la filosofía del tratamiento. Parte del método consiste en desmembrar la codependencia, haciendo que el paciente se haga responsable de su trabajo. Es característico que los pacientes digan que su entorno le sabotea el tratamiento. Dicen, por ejemplo: «Lo que pasa en mi familia es que mi mamá está muy contenta con los kilos que bajé, pero me mira con lástima, trae la comida y me mira con cara de que soy una pobrecita».

Hay que aprender a convivir sin generar codependencia por parte de los que te fabrican comida o te la dan con lástima. Si, por ejemplo, a pedido de los obesos, todas las aerolíneas fabricaran asientos más grandes, fomentarían la codependencia. En realidad, la respuesta ante un pedido de esta índole debería ser la siguiente: «Viajen en tren o por mar, ustedes están mal, no nosotros que no les damos un lugar más espacioso. Si les damos un lugar así no se curarán jamás, no los estaríamos ayudando».

En general, en los grupos terapéuticos, tarde o temprano, acaba haciéndose evidente que el entorno del paciente se moviliza cuando el cambio se pone en marcha.

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