Amantes poderosas de la historia by Ángela Vallvey

Amantes poderosas de la historia by Ángela Vallvey

autor:Ángela Vallvey
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Historia
publicado: 2016-01-01T00:00:00+00:00


ZAIDA Y EL REY MORO POETA

UNA ESCLAVA QUE RECITABA VERSOS DE AMOR Y UN REY CRISTIANO OBSESIONADO POR TENER UN HIJO

Años 1063-1101

Hay una maravillosa leyenda que cuenta una de esas extraordinarias historias de amor, y dice que el rey moro Al-Mu’tamid paseaba un día por las orillas del río Guadalquivir en compañía de su amigo, el poeta andalusí y visir de Sevilla, Ibn Ammar; ambos jugaban a componer poemas partiendo de motivos improvisados.

Imaginemos el escenario: estamos en la primera centuria del segundo milenio de nuestra era. El rey Al-Mu’tamid amaba la poesía, en su corte los literatos eran bien vistos y tratados. Los reyes mahometanos que gobernaban en la península ibérica se hallaban lejos de los rigores del islam que hoy conocemos.

Al-Mu’tamid gozaba componiendo poemas. Su amigo, también poeta, compartía muchos ratos de delicia lírica junto al rey. Una ligera brisa los acarició mientras paseaban al borde del río. Al-Mu’tamid se fijó en aquel fenómeno para componer unos versos:

—«El viento tejiendo las lorigas en las aguas…» —musitó con una sonrisa pícara. Miró a su amigo y esperó a que él concluyera la rima.

Sin embargo, Ibn Ammar apenas tuvo tiempo de contestar, pues una voz femenina lo hizo por él.

—«¡Qué coraza si se helaran!» —dijo una muchacha que en esos momentos retozaba entre los juncos de la rivera.

La joven, casi una niña, era poco más que una esclava, la hija de un arriero, que también gustaba de la poesía.

El rey quedó instantáneamente fascinado por aquella criatura. Si hay amor a primera vista, hemos de aceptar que también lo hay a primer oído: Al-Mu’tamid, perdidamente enamorado, suponemos que no solo de la capacidad metafórica de la joven, sino también de sus encantos femeninos, aquella misma tarde la llevó a su palacio y más tarde la convirtió en su esposa.

La llamó Itimad, aunque todo el mundo la conocía por Al Rumaikiyya. Si a alguien le queda duda de que la poesía puede ser el vínculo de un gran amor, esta pareja viene a despejar cualquier incertidumbre al respecto. Y es que ambos permanecieron unidos incluso cuando el rey fue depuesto y tuvo que partir hacia el exilio.

Lo más interesante de la leyenda es aquella parte que cuenta que, de un amor tan exquisito, nació una hija llena de encantos: Zaida.

Por aquella época, los almorávides presionaban desde el norte de África intentando entrar en la península ibérica y reconvertir a sus hermanos musulmanes, los reyes de taifas mahometanos, a los que suponían una relajación en las costumbres puras del islam.

Al-Mu’tamid, dice la leyenda, amenazado por los suyos, no dejaba de establecer alianzas militares con los reyes cristianos que pudieran salvarle ante una futura amenaza de los de su propia raza y religión. Para eso tenía que estar en buenas relaciones con sus vecinos, los reyes y magnates cristianos. Suponemos que eso significa que intercambiaban regalos y se hacían favores interesados unos a otros.

Entre aquellas deferencias, se cuenta que Al-Mu’tamid le prometió al rey Alfonso VI a su propia hija, la princesa Zaida. ¿Qué mejor



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.