Shock by Robin Cook

Shock by Robin Cook

autor:Robin Cook [Cook, Robin]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Novela, Intriga, Terror
editor: ePubLibre
publicado: 2001-01-01T05:00:00+00:00


12

10 de mayo de 2001, 10.55 h

A medida que se aproximaba la hora del descanso, Joanna sentía un creciente respeto por la gente que hacía trabajos de oficina. Aunque era verdad que ella había trabajado a tope para quitarse de encima el máximo de trabajo pendiente, el procesamiento de datos era más duro de lo que suponía. La concentración necesaria para evitar errores era intensa y hacer eso todos los días también resultaba difícil de imaginar.

Exactamente cinco minutos antes de las once, se puso en pie y estiró las extremidades. Sonrió a su vecina en el cubículo adyacente, que también se levantó cuando oyó que Joanna movía la silla. La mujer era bastante cotilla y había espiado a Joanna de tanto en tanto durante toda la mañana. Su nombre, Gale Overlook, le pareció idóneo ya que significaba algo parecido a dominar el cotarro.

Joanna había pensado y repensado su plan. Sabía lo primero que haría. La cita con Deborah ya era inminente; cogió el bolso donde llevaba el software necesario para superar el escudo protector del sistema, su teléfono portátil y la tarjeta azul de Wingate. Se encaminó al pasillo entre los cubículos. Su destino era la zona de trabajo del supervisor de faenas informáticas. Deseaba encontrarlo en su sitio por una razón muy simple: si estaba allí, no podía estar también en la sala del ordenador central.

Un rato antes, y en medio de un ataque de ansiedad de que la pillaran en la sala, pensó que probablemente la única persona que entraba allí era Randy Porter. En consecuencia, si él estaba en su cubículo, ella tenía poco que temer.

Sintió alivio cuando pasó delante del cubículo. Allí estaba él, delante de su pantalla. Giró a la izquierda y fue en dirección del vestíbulo principal, donde la esperaba Deborah. A unos cinco metros se veía la puerta del pasillo que llevaba a la sala con el letrero de PROHIBIDA LA ENTRADA.

—Espero que tu mañana haya sido tan interesante como la mía —dijo Deborah cuando Joanna se acercó a tomar un sorbo de agua del surtidor.

—La mía fue tan interesante como mirar cómo se seca la pintura de la pared —dijo Joanna. Echó un vistazo al vestíbulo para asegurarse que nadie las observaba—. No pasó nada, pero yo tampoco quería que pasase nada.

—Han vuelto a invitarnos al Barn —dijo Deborah con orgullo—. Por partida doble.

—¿Quiénes?

—Spencer Wingate reincidió. Y pidió que fuéramos las dos, no solo yo.

—¿Lo viste personalmente?

—Sí. Vino al laboratorio a disculparse por lo de anoche y luego suplicó una segunda oportunidad. Le dije que yo estaba ocupada, pero que tú estabas disponible.

—Muy graciosa —dijo Joanna—. ¿Y qué aspecto tenía?

—No tan malo, considerando las circunstancias —dijo Deborah—. No creo que se acuerde de mucho.

—Es comprensible. Espero que no haya mencionado la tarjeta azul.

—Ni palabra.

—¿Quién más nos invitó?

—Paul Saunders. ¿Te imaginas salir con él?

—Solo en un ataque de masoquismo —dijo Joanna—. Pero no te creo que me incluyera en la invitación; al menos, no por la forma que ayer te miraba en la oficina.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.