Remedios para la vida by Francesco Petrarca

Remedios para la vida by Francesco Petrarca

autor:Francesco Petrarca [Petrarca, Francesco]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Filosofía, Salud y bienestar
editor: ePubLibre
publicado: 1366-01-01T00:00:00+00:00


LXIX

EL AMOR PLACENTERO

GOZO.—Gozo de amores placenteros.

RAZÓN.—Te agobian placenteras insidias.

GOZO.—Ardo de amor placentero.

RAZÓN.—Bien dices: ardo. El amor es, en efecto, un fuego escondido, una herida agradable, un veneno sabroso, una dulce amargura, una enfermedad deleitosa, un suplicio alegre y una muerte apacible.

GOZO.—Amo y soy amado.

RAZÓN.—Puede que sepas lo primero, pero lo segundo es incierto, a no ser que aportes como testimonio las palabras que de noche ha murmurado una mujercilla.

GOZO.—No hay duda de que soy amado.

RAZÓN.—Por lo que veo te ha persuadido, y no es gran cosa persuadir a quien desea que lo persuadan: todo enamorado es ciego y crédulo. Pero si quieres que se preste fe a los juramentos de amor, deberías aportar un documento de tu enamorada, escrito por su mano sobre hielo quebradizo y con el austro como testigo. No seas loco, no creas nunca a una mujer, especialmente si es impúdica: el sexo, el ardor, la liviandad, el hábito de mentir, el interés por engañar y el fruto del engaño, cada una de estas cosas, y mucho más todas juntas, hacen que resulte sospechoso cuanto sale de su boca.

GOZO.—Amo lo que con razón me deleita, y ardo dulcemente.

RAZÓN.—¿Esperas oír de mí lo que dijo el maestro del amor: «Que goces felizmente de tu ardor y navegues con viento favorable»? Eso sólo vale como deseo, no como consejo. Yo te aconsejo que, cuanto más dulcemente ardas de amor, con mayor cautela te guardes de su fuego. Los males resultan peligrosísimos cuando son placenteros, y a menudo esa dulzura se vuelve áspera, con un final terrible.

GOZO.—Amo y soy amado.

RAZÓN.—Aunque así sea, ¿qué es eso sino una doble atadura? Cuanto más estrecho es el nudo, más difícil es desatarse. Mejor esperanza tendría de ti si amases sin ser amado. Cierto es que algunos dicen que son igualmente nocivos los amores fáciles y los difíciles, porque si la facilidad cautiva al corazón, la dificultad lo paraliza; pero yo pienso que nada nos empuja con más fuerza a amar que ser amados, y, al contrario, que nada nos puede alejar más del amor que saber que no somos amados y creer que no lo seremos nunca. Sin embargo, no es fácil que esto llegue a creerlo la mente enceguecida y apasionada de quien ama, pues figura entre aquellos de quienes se ha escrito: «Los enamorados fabrican sus propios sueños».

GOZO.—Amo y gozo de mi amor.

RAZÓN.—El que no advierte lo que le daña es un necio; el que goza con su daño, un loco.

GOZO.—Confieso que el amor me resulta deleitable.

RAZÓN.—Preferiría que te resultase odioso y molesto: así podrías huir antes del mal y tendrías más cerca la esperanza de la curación. Ahora el deleite alimenta la enfermedad: mal querrá sanar quien goza con su dolencia.

GOZO.—Como quieras, pero para mí el amor es algo noble.

RAZÓN.—Cada uno dice lo que piensa, y yo veo en el amor una servidumbre y una flaqueza que ablanda y debilita a los hombres más fuertes. Diré algo que nadie ignora, pero que nadie oirá sin maravillarse, pues la memoria de las cosas grandes admira incluso a quien las conoce.



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