Orlando furioso (Versión de Javier Roca) by Ludovico Ariosto

Orlando furioso (Versión de Javier Roca) by Ludovico Ariosto

autor:Ludovico Ariosto [Ariosto, Ludovico]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras
editor: ePubLibre
publicado: 1532-01-01T00:00:00+00:00


»Una vez allí, contó a sus padres y hermanos la extraña aventura que le había acontecido con la bella muchacha sarracena, y, mientras yo escuchaba la narración de mi hermana, un aventurado plan se iba forjando en mi interior. Porque debes saber, Rugiero, que ya había tenido ocasión de contemplar con anterioridad a la gentil Fiordispina en fiestas y torneos, y su belleza me había impresionado profundamente. Aquella misma noche robé la armadura y el corcel español de mi hermana y me encaminé al castillo de Fiordispina.

»Todo el mundo se alegró de mi llegada, tomándome por mi hermana Bradamante: Fiordispina dio un espléndido banquete en mi honor, que me tocó presidir con ropas de mujer. Una vez terminado el convite, me invitó la princesa a sus estancias para que reposara junto a ella. Allí, una vez que sus dueñas y esclavas nos hubieron dejado solos, empecé a hablar a la dama en estos términos: “Cuando para no prolongar vuestros tormentos me alejaba de este castillo, el azar me hizo extraviar el camino en una intrincada selva. Allí escuché un grito: parecióme que una mujer pedía socorro y al punto me apresté a dárselo. Acudo presuroso y, junto a un lago cristalino, sorprendo a un fauno que, pescando con un anzuelo, había sacado del agua una ninfa y se disponía a devorarla. De un tajo corté la cabeza del maligno pescador; la ninfa volvió al agua al momento y desde allí me dijo: ‘No me has salvado la vida en vano. Soy ninfa y tengo poderes sobrenaturales: pídeme lo que quieras y, aunque sea la cosa más extravagante, te la concederé.’ No le pedí yo entonces tesoros ni coronas, ni la inmortalidad o la invulnerabilidad, sino solo que se cumpliera vuestro deseo y me convirtiera en hombre. La ninfa se hundió en el estanque y, al cabo de unos instantes, apareció de nuevo en la superficie y me roció con un líquido que guardaba en una pequeña redoma. Entonces, sin saber cómo, me sentí transformada en hombre”.

»Maravillóse Fiordispina y apenas creía lo que acababa de escuchar, pero pronto tuvo ocasión de comprobar que no le había mentido en lo tocante a mi verdadero sexo. Un mes duró mi placentera vida en el castillo de Marsilio: de día era yo una dama del cortejo de Fiordispina; de noche, en su estancia, abandonaba los vestidos de mujer y me convertía en su ardoroso amante. Pero nuestros furtivos amores acabaron por ser descubiertos: la cólera de Marsilio fue terrible y me condenó a morir en la hoguera. Lo que ocurrió después, lo sabes tan bien como yo».

Mucho se admiró Rugiero de esta sorprendente aventura acaecida al hermano de su Bradamante. Los dos caballeros siguieron cabalgando juntos, hasta que llegaron a un punto en el que hubieron de separarse. Quería Ricciardeto volver a su castillo de Montalbano, mientras que Rugiero, desesperando de encontrar a su amada, optó por regresar al campamento de Agramante del que tanto tiempo ausente llevaba.

Pero antes de separarse, Rugiero entregó a



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.